domingo, 25 de agosto de 2024

Son el mismo producto»: el estudio que desmonta el bulo de la baja calidad de los combustibles low cost

 

En numerosas ocasiones se ha puesto en duda la calidad de los carburantes de bajo precio

La Universidad de Barcelona analiza muestras de ambos carburantes para determinar si la calidad de ambos productos justifica la diferencia de precio


El fenómeno de las gasolineras low cost en España nació en 2013 con la aparición de las primeras estaciones de servicio de este tipo, en las que ahorraba en gastos como el personal para servir el combustible, lo que permitía ofrecer el litro de producto hasta 20 céntimos más barato.

Es cierto que las gasolineras premium se pusieron las pilas y mejoraron sus programas de fidelización ofreciendo a sus usuarios descuentos similares e incluso superiores pero con una condición, formar parte de sus programas de clientes.

Seguidores fieles... o no

Una década después la realidad es que de las algo más de 12.000 estaciones de servicio que hay censadas en España casi la mitad son low cost, en concreto se habla de unas 6.100 de las cuatro grandes petroleras frente a 5.900 de bajo precio, lo que da una idea de la realidad del sector en la actualidad.

Pese a que la gran mayoría de los conductores confían en la calidad de los combustibles de bajo coste, es cierto que periódicamente algunas entidades o asociaciones, la última de ellas la Confederación Española de Talleres, duda de la calidad de estos productos, declaraciones que la propia Confederación tuvo que desmentir al poco tiempo.

Estudio universitario

La respuesta sobre  estas dudas de calidad nos llega ahora desde la Universidad de Barcelona, donde Carles Fité y Rodrigo Soto, profesores de Ingeniería Química, llevaron a cabo hace unos meses un estudio sobre la calidad de los combustibles low cost en comparación con los convencionales.

La conclusión de los investigadores no pudo ser más concluyente: «todas son iguales. Yo no veo ninguna diferencia a este nivel de análisis, contienen básicamente los mismos compuestos y en las mismas proporciones.

Es cierto que pese a que en España prácticamente la totalidad de los combustibles que se distribuyen salen de Exolum, antiguo Centro Logístico de Hidrocarburos, siempre se ha explicado que cada fabricante le daba su propia firma añadiendo diferentes aditivos para cuidar los motores.

Los aditivos

Esta explicación justificaba la diferencia de precio a partir de la calidad, pero parece que al menos en este estudio concreto no han encontrado la menor diferencia.

Lo que sí que es cierto es que la antigüedad y el mantenimiento de las estaciones de servicio sí es clave, una estación con los tanques de abastecimientos viejos y sucios puede contaminar con posos los depósitos de miles de coches y provocar averías de consideración en ellos, tal y como ha ocurrido recientemente.

Font, article de Iván Mingo per a "El Debate" 

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