miércoles, 14 de agosto de 2024

Revolución espacial: El Telescopio James Webb realiza un descubrimiento crucial que cambiaría todo lo que conocemos hasta ahora

 


Los descubrimientos que los científicos han llevado a cabo con ayuda de la tecnología no dejan de sorprender, ya que con cada nuevo hallazgo se pueden encontrar más y más misterios, que, si bien sí se hallan respuestas, estas tienen la capacidad de causar aún más dudas o de cambiar por completo la idea que se tenía acerca del tema en ese momento.

Uno de esos descubrimientos que ha acercado cada vez más la posibilidad de encontrar vida extraterrestre es el que realizaron científicos del  Laboratorio de Propulsión a Chorro ( JPL) de la NASA, el cual es un exoplaneta rocoso, que como se sabe, forma parte del objetivo central de la astronomía.

Por este motivo, el descubrimiento de este planeta es crucial para la comprensión de los planetas rocosos fuera del sistema solar. El exoplaneta del que hablan los científicos es el 55 Cancri E, el cual se ubica a 41 años luz de la Tierra y que se cree que puede tener una atmósfera secundaria.

Los resultados de este estudio se publicaron en la revista Nature, y la investigación fue liderada por Renyu Hu, del  Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y con ayuda del Telescopio Espacial James Webb.

El planeta 55 Cancri E es una supertierra que orbita la estrella Copérnico en la constelación de Cáncer, el cual presenta características muy distintas a las de la Tierra. Cuenta con una masa de 8.08 veces superior a la de nuestro planeta, se cree que su superficie puede estar cubierta por un océano de magma a causa de la cercanía con su estrella, distancia que es incluso menor que la distancia que hay entre Mercurio y el Sol.

El periodo orbital de este planeta es extremadamente corto, ya que completa una vuelta alrededor de su estrella en tan solo 18 horas. Debido a esta proximidad, este planeta no gira sobre su eje, por lo que un hemisferio de 55 Cancri E se encuentra siempre iluminado y el otro está siempre sumido en la oscuridad.

Las características entre este exoplaneta y el nuestro son notorias, sin embargo, las temperaturas extremas y las condiciones superficiales lo hacen habitable. De acuerdo con el estudio, se descarta que la atmósfera de este planeta esté hecha de roca vaporizada e indica que hay una atmósfera volátil genuina que probablemente sea rica en COo CO, la cual puede ser desgasificada y sostenida por un océano de magma.

El hallazgo de una atmósfera de este tipo, en un planeta rocoso y fuera de nuestro sistema solar es un avance significativo para la astronomía. «Esta es la mejor evidencia hasta la fecha de una atmósfera de planeta rocoso fuera de nuestro sistema solar», afirma la Universidad de Berna.

Este tipo de atmósfera, que se forma debido a la actividad volcánica y no a partir de la acumulación inicial de gases, es de vital importancia para comprender cómo funcionan y evolucionan los planetas rocosos, por lo que se ha denominado al planeta 55 Cancri E como un exoplaneta enigmático, de acuerdo con Brice-Olivier Demory, coautor del estudio y profesor de Astrofísica de la Universidad de Berna.

El hallazgo de este exoplaneta fue posible gracias a la avanzada tecnología del Telescopio Espacial James Webb, que utilizó la NIRcam (Cámara de Infrarrojos) y el MIRI (Instrumento de Infrarrojos medio), fue que se midió la luz infrarroja que emite este exoplaneta.

Se comparó el brillo de este cuando el planeta se encontraba en distintas posiciones relativas a su estrella, por lo que lograron medir la luz infrarroja del lado diurno del planeta en varias longitudes de onda, encontrando que la temperatura superficial del planeta es de alrededor de 1500°C.

«La supuesta atmósfera estaría absorbiendo parte de la radiación infrarroja proveniente del océano de magma, lo que le impide ser captada por el JWST y debido a esto es que aparente tener una temperatura menor». Concluyen los investigadores de este estudio.

Font, article en "Enséñame de ciencia"

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