Los arquitectos están reviviendo un material milenario: ¿Qué tiene de especial el bambú?
Hace miles de años la humanidad era capaz de construir y forjar sin usar electricidad ni combustibles fósiles. Teniendo esto en cuenta, es lógico concluir que podríamos encontrar tecnologías para la descarbonización de la construcción en los conocimientos de nuestros antepasados, como ya ha demostrado un estudio de arquitectos españoles que desarrollaron un material a base de lana y tierra.
La caña de bambú aporta una serie de ventajas muy convenientes, como el hecho de tener un bajo costo y ser sencillo de montar. Diferentes culturas lo han empleado en construcción a lo largo de los siglos y las tecnologías actuales permiten expandir casi infinitamente sus beneficios.
La caña de bambú ofrece una resistencia comparable a la del hierro, por lo que es capaz de soportar movimientos sísmicos de considerable intensidad. Además, favorece la ventilación cruzada, creando ambientes frescos y libres de humedad. Por otro lado, es sumamente flexible y ligero, lo que lo hace sencillo de transportar y ahorra una buena parte del presupuesto en mano de obra.
La versatilidad del bambú: un material que ofrece miles de posibilidades
El cultivo de bambú en ambientes propicios es sencillo. Se trata de una planta que crece a razón de hasta un metro por día y no es necesario replantarlo, ya que, al cortarlo, nuevos brotes crecen de forma natural en poco tiempo. Esto hace que se requiera poca superficie y que sea un recurso renovable que, además, cuenta con una estructura capaz de absorber grandes cantidades de CO2.
Es también un material que requiere herramientas sencillas y que permite erigir estructuras rápidamente. En caso de sismos, su ligereza y flexibilidad lo hacen mucho más seguro y representa menos riesgos por derrumbe. También se puede integrar fácilmente con otros materiales como madera, hormigón y hierro galvanizado para incrementar su resistencia estructural.
El bambú ofrece propiedades similares a la madera, con la diferencia de que requiere entre cuatro y cinco años de maduración, mientras que la madera toma décadas hasta ser utilizable. Además, según estudios y pruebas, puede ofrecer una resistencia incluso dos veces mayor que el cemento y el hormigón. Por su composición es ignífugo y puede soportar temperaturas de hasta 400º.
Aplicaciones del bambú en la arquitectura: un material que se combina fácilmente para crear diseños únicos
Expertos del Reino Unido han realizado más de 250 pruebas para evaluar las aplicaciones de este material en las construcciones modernas. Empleando métodos específicos y tornillos especiales, han conseguido crear conexiones con placas de acero y madera que permiten construcciones sólidas y perfectamente aisladas aprovechando el bajo coste del bambú.
Empleando las nuevas tecnologías disponibles se han creado placas de bambú laminado o contrachapado que pueden usarse para revestimientos interiores y fachadas de estilos únicos y atractivos que ya han sido implementados por diferentes arquitectos alrededor del mundo.
El pasado tiene mucho que enseñarnos sobre técnicas y materiales de construcción eficientes
El bambú no es el único material que regresa desde épocas antiguas para convertirse en una solución sustentable y eficiente para las construcciones actuales. Expertos de una universidad estadounidense han recreado ladrillos refractarios de la Edad de Bronce que se usan baterías que almacenan calor en forma de energía para eliminar las emisiones de la fabricación de acero y vidrio.
Font, article de Matías A. per a "ECOticias"
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