El pasado 5 de junio, Wilmore y Williams viajaron a EEI a bordo de Starliner. En teoría, iban a estar solo 8 días en la plataforma orbital, pero el fallo de cinco propulsores y fugas de helio del vehículo les ha obligado a permanecer más tiempo. Aunque Boeing haya asegurado que los problemas ya están solucionados, la NASA no quiere arriesgarse a sufrir una desgracia y ha decidido que el regreso de los astronautas corra a cargo de SpaceX.
Esto es un duro golpe para Boeing. La empresa ha invertido más de 1.500 millones de dólares en Starliner y parece que ha sido en balde. Era su primera misión con tripulación, algo determinante para que las autoridades aprobasen los vuelos regulares de la nave. Sin embargo, la falta de confianza de la NASA da mala imagen al proyecto.
Cabe señalar que la decisión de la NASA no es algo que se haya tomado a la ligera. No hay que olvidar que la agencia espacial estadounidense tiene un acuerdo firmado con Boeing para el programa del que forma parte Starliner. La empresa obtuvo una ayuda de 5.100 millones de dólares y se comprometían a realizar al menos dos vuelos con tripulación. Del dinero cedido por la agencia, ya han gastado 4.200 millones. Por ponernos en contexto, la NASA dio 2.600 millones de dólares a SpaceX por un contrato similar.
¿Qué pasa ahora con Starliner de Boeing?
A pesar de que la NASA haya optado porque sus astronautas regresen a la Tierra en una cápsula Dragon de SpaceX en febrero de 2025, el acuerdo con Boeing continúa. Como mínimo deberán realizar dos vuelos tripulados. Lo ideal era que Starliner llevase a cabo hasta seis viajes a la EEI con personas a bordo, pero la misión de junio dio tan malos resultados que las expectativas han empeorado.
La NASA ha dejado claro que no confía lo suficiente en los propulsores de Starliner. No solo con la decisión de que Wilmore y Williams regresen en una Dragon, sino también con los pocos vuelos en los que firmemente se ha decantado por la nave. En total, solo ha pedido tres misiones a Boeing y, primero, deberán certificar que el vehículo está preparado para usarse sin los fallos de la anterior misión.
En un principio, la NASA quería que Boeing se encargase de alguna de las próximas misiones tripuladas a la EEI del año que viene. Pero todo indica que no volverá a volar con astronautas hasta 2026. Para recuperar la confianza de la agencia espacial estadounidense, la compañía deberá investigar concienzudamente qué ocurrió para que cinco de los 28 propulsores de Starliner fallasen y hubiese una fuga de helio en la nave.
Boeing deberá pagar la reparación de su bolsillo
Boeing no ha hecho ninguna declaración oficial tras la decisión de la NASA. Sin embargo, el administrador de la agencia, Bill Nelson, aseguró este sábado que el CEO de la firma, Kelly Ortberg, mantenía su compromiso con su programa de tripulación comercial. Además, el contrato firmado exige que Boeing deberá pagar cualquier reparación que surja, por lo que deberán sacar de su bolsillo los arreglos de los propulsores y la fuga de helio.
A Boeing le queda poco dinero de la ayuda que la NASA dio para que cumpliesen con los objetivos. De momento, están lejos de alcanzar los resultados de rivales como SpaceX y todo apunta a que deberán gastar muchos millones de dólares más para los dos lanzamientos que, como mínimo, deben hacer.
Font, article de Raquel Holgado per a "ADSL zone"
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