domingo, 25 de agosto de 2024

Ni hidrógeno ni eléctrico, Stellantis está desarrollando un nuevo y eficiente motor. Por suerte, no lo veremos en Europa

 

  • Stellantis confía en electrificar motores movidos con etanol para sus ventas en Sudamérica

  • Afirman que puede llegar a ser más limpio que un motor eléctrico, pero tiene algo de truco

Europa se ha lanzado al coche eléctrico. Las decisiones que se han ido tomando en los últimos años en materia de emisiones y las regulaciones que se han ido diseñando de cara al futuro han empujado a las marcas a invertir en este tipo de tecnología por encima de cualquier otra.

Aunque la puerta a los motores de combustión neutros en carbono está abierta a partir de 2035, es muy probable que el número de vehículos que opten por esta alternativa sea poco menos que testimonial.

En primer lugar porque utilizar combustibles sintéticos o hidrógeno en motores de combustión es menos eficiente que utilizar electricidad. Y, en segundo lugar, porque, hasta entonces, la Unión Europea se ha puesto etapas intermedias con límites de emisiones de carbono que obligarán a que la electrificación sea mucho más acusada si el fabricante quiere salvar las posibles multas.

Pero esto, como decimos, es Europa. En el resto del mundo, los coches con motores de combustión (que no sean neutros en carbono) podrán seguir vendiéndose. En Estados Unidos, las políticas también van encaminadas hacia el coche eléctrico y China está decidida a imponer esta tecnología. Pero sigue quedando un gigantesco mercado por cubrir.

Y Stellantis dice tener un motor perfecto para ello.

Un motor de combustión nada convencional

Todo este contexto llevó a algunas marcas a tomar el camino del "solo eléctrico". Volvo fue una de ellas, asegurando que se convertirían en una compañía que fabricaría exclusivamente modelos movidos por este tipo de tecnología. A este carro no tardaron otras marcas en subirse... y algunas se han echado para atrás.

Mercedes se atrevió a lanzar el órdago de que sería una compañía completamente eléctrica en 2030, aunque dejó la puerta abierta con un "si las condiciones del mercado lo permiten". Eso sí, decía que a partir de 2025 todos los desarrollos de nuevas plataformas serían completamente eléctricos. Ahora sabemos que seguirán invirtiendo en combustión.

Y lo mismo sucede con Volkswagen, quienes aspiraban a hacer del coche eléctrico la piedra angular de su futuro pero que también han confirmado que seguirán desarrollando propulsores de combustión.

Otras compañías lo han tenido más claro. Toyota hace años que recela del coche eléctrico. Quiere invertir en hidrógeno para Europa, considerando que es un mercado perfecto para ello y ha reiterado que entregará la tecnología más demandada segmentando por mercados. Renault, que asegura que el futuro es eléctrico en nuestro continente, mantiene Horse para el desarrollo de motores de gasolina para vender en otros mercados.

Y esta misma línea estratégica sigue Stellantis. Con toda la lógica, si tenemos en cuenta que el grupo automovilístico es gigante, con 14 marcas propias y la distribución fuera de China de Leapmotor. Su capacidad para llegar a todo tipo de mercados es enorme y no quiere dejar escapar ninguna oportunidad.

Para afianzar esta idea, desde hace un año trabaja en un motor extremadamente raro en un proyecto denominado Bio-Hybrid. El proyecto está destinado a Sudamérica pero da una idea de las posibles alternativas que se están poniendo encima de la mesa para reducir emisiones en países donde el coche eléctrico no es una opción atractiva.

En este caso, Stellantis está desarrollando plataformas en Brasil en las que se puedan combinar motores de combustión que funcionan con combustibles alternativos, como el etanol, con la energía eléctrica para reducir consumo y emisiones.

En total son cuatro plataformas las desarrolladas. Salvo una de ellas que es completamente eléctrica, Stellantis contará con motores más o menos electrificados que quemarán etanol. Tendrá opciones híbridas autorrecargables y otras enchufables, además de una última microhibridada.

Según la compañía, durante la producción de etanol para su uso en movilidad se compensa parte de las emisiones de CO2 generadas (mismo caso que el hidrógeno, que presume de ser neutro en carbono) y, por tanto, el motor expulsa a la atmósfera un 60% menos de emisiones que un vehículo de gasolina. Por ello, electrificar estos motores puede ser especialmente interesante en Brasil, donde el uso de este combustible está muy extendido, para reducir todavía más las emisiones y el consumo.

Stellantis asegura que quemar etanol puede ser más eficiente que el uso de energía eléctrica si el origen de ésta no es limpio

Para defender el desarrollo de estas plataformas más o menos electrificadas, la compañía ha llevado a cabo un estudio en el que dicen comparar las emisiones de un motor movido por etanol con uno gasolina y dos motores eléctricos, uno con energía generada en Brasil y otra con energía eléctrica llegada desde Europa.

En sus conclusiones, destacaron que el vehículo movido por etanol había emitido un 60% de emisiones de CO2 que el coche de gasolina pero también un 18% menos que el que contaba con un motor eléctrico movido con energía generada en Europa. Eso sí, no explican cómo queda la comparación con el vehículo eléctrico que utiliza energía generada localmente.

Aquí está, por tanto, parte del truco del estudio. Como ya hemos hablado en diversas ocasiones, un coche eléctrico será más o menos contaminante en el uso de la energía eléctrica dependiendo de cuál sea su origen pero es casi imbatible cuando la energía se ha generado localmente y, sobre todo, si la energía se ha conseguido mediante fuentes de energía renovable.

Tampoco explican en sus comunicaciones cuáles son los volúmenes de emisiones de otro tipo de contaminantes como las partículas finas o el NOx, agentes extremadamente dañinos para la salud y que están siendo los grandes perseguidos por la Unión Europea.

Pese a ello, hay que tener en cuenta que el desarrollo de motores de combustión electrificados sigue siendo muy interesante para mercados donde el coche eléctrico sea inaccesible o poco recomendable, bien por su orografía, por su red eléctrica o por la densidad de los cargadores.

Font, article de Alberto de la Torre per a "Xakata"

No hay comentarios:

Publicar un comentario