Buscar aparcamiento en zonas concurridas o céntricas puede convertirse en tarea imposible o realmente complicada. Sin embargo, ante este desafío algunos utilizan el truco de "guardar" de pie la plaza para un conductor y negar el aparcamiento a otros vehículos, acción que puede acabar en multa o incluso, en disputa.
Este miércoles, el municipio toledano de Talavera de la Reina vivió una gran bronca cuando un hombre aparcó en la plaza de aparcamiento que una mujer había guardado para su hija que estaba dando la vuelta, algo que dio pie a un debate dentro y fuera de las pantallas: "guardar" una plaza, ¿es legal o no lo es? La Ley de Seguridad Vial recoge que el peatón debe respetar toda señal de tráfico y no puede permanecer detenido en la calzada ni el arcén si existe otro lugar adecuado para ello, por lo que el acto de ocupar el espacio de una plaza de aparcamiento choca con la norma y puede acarrear multa.
La mujer en cuestión se negó a moverse del lugar cuando un hombre intentaba proceder a aparcar y se sentó encima del capó del coche. En ese momento, el varón comenzó a acelerar unos centímetros para desbloquear la fila de vehículos que esperaban a que terminara la discusión y estacionar. Indignada por "robar" su sitio, ella propinó un puñetazo al capó y comenzó a insultar al conductor.
Finalmente y tras unos minutos de discusión e insultos, el hombre pudo aparcar y la mujer se fue, amenazando al varón con llamar a la Guardia Civil para ver "quién tiene razón". Por su parte, y según la normativa de la Dirección General de Tráfico, "guardar" una plaza de aparcamiento puede ser una infracción, ya que la vía pública está destinada a que tanto vehículos y peatones circulen. Reservar un hueco podría interferir y perjudicar la movilización.
Multas por 'guardar' un aparcamiento
Permanecer detenido en espacios donde hay carretera puede causar un riesgo para la circulación y denota no respetar las leyes de Seguridad Vial, por lo que 'guardar' una plaza, como ocurrió en Talavera, podría estar sancionado al ir en contra de la normativa. La multa más leve por esta práctica es de 80 euros.
Además, si el vehículo ya aparcado ocupa dos plazas e interfiere en la conducción normal de otros coches, la sanción puede ascender a 200 euros e incluso los ciudadanos pueden recurrir a llamar a una grúa.
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