El ladrillo milenario que trasciende todas las épocas y modas
A lo largo de la historia se han inventado una serie de materiales, algunos más sofisticados que otros para la construcción que aportan su tecnología, funcionalidad y diseño a las edificaciones. No obstante, hay uno solo que no pierde vigencia por sus propiedades, más allá de los sustitutos innovadores como este ladrillo comestible.
El material del Paleolítico que hoy sigue siendo indispensable en la construcción es el barro, conocido recurso natural que constituyó las primeras edificaciones de la civilización para las levantar los asentamientos que dejarían atrás la vida nómade.
Los primeros constructores que utilizaron el barro para sus casas no sabían el potencial de propiedades que ofrece para la construcción, pero se sabe que se comenzó a utilizar desde hace más de 11.000 años en la Mesopotamia, desde la civilización sumeria.
El material de construcción más antiguo de la historia que hoy continuamos utilizando
Con el paso del tiempo, el ladrillo de barro ha sido el pilar de construcción de grandes imperios y ha subsistido a todas las épocas, ingresando desde oriente a Grecia y de allí se expandió por todo el mundo occidental.
Utilizado para el adobe, una mezcla de arena y arcilla con paja secado al sol fue el principal material constructivo de todos los tiempos, ingresando a España desde Marruecos donde posteriormente se colocó en moldes para su fabricación sistematizada.
Con la producción en serie de los ladrillos de barro se complejizó la tecnología de fabricación, comenzando a utilizar otros elementos aditivos con el objeto de lograr mayor dureza y una consistencia más ligera, a pesar de ser contaminantes para el medio ambiente.
Sin embargo, el material principal de estos ladrillos sigue siendo el barro, y aquí analizaremos sus características y propiedades eficientes y sostenibles que resaltan la importancia de su incorporación en la construcción incluso en la actual.
Las virtudes del barro en la construcción
De origen natural, presencia abundante y con carácter reciclable, el ladrillo de barro es un material sostenible porque cumple con las propiedades básicas que debe tener un material de construcción sin perjudicar el medio ambiente.
Adicionalmente ofrece otras propiedades para la edificación que resaltan su importancia para el modelo constructivo actual en la búsqueda de la eficiencia energética, ya que tiene un alto potencial de aislación térmica, conservando los ambientes confortables.
Su poder aislante abarca no solo su capacidad de regular la temperatura interior, sino que también posee características acústicas que minimizan los ruidos provenientes del exterior. Además, tiene la capacidad de absorber el agua por lo que es un recurso óptimo para mantener un ambiente seco libre de humedad y moho.
A través de un proceso de secado al sol o por cocción el ladrillo de barro para la construcción presenta excelentes propiedades mecánicas y resistentes, así como dureza y estabilidad y durabilidad apto para mantener altas estructuras pesadas por largo tiempo.
Más ventajas del barro en la construcción que explican su uso en la actualidad
Su permeabilidad a la humedad contribuye a que sea un material resistente al fuego y repelente del calor, ideal para regiones con temperaturas cálidas. Tiene muy baja necesidad de mantenimiento, es económico y permite el reciclaje de sus desechos para volver a la tierra o para convertirse en otro ladrillo.
Por todos estos motivos, el barro es el material de construcción más sostenible y noble que sigue vigente desde tiempos remotos por todas sus virtudes mecánicas y de aislación. Hoy se observan nuevos desarrollos de ladrillos con material reciclado o de origen natural como este pero sin dudas que el barro será el principal constructor de grandes proyectos.
Font, article de Mariana A. per "ECOticias"
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