Todavía no hay planes confirmados para utilizar esta tecnología en coches de producción
La solicitud de patente, fechada en julio, detalla un diseño innovador para los engranajes de la transmisión
Reducir el peso de la caja de engranajes ayuda a reducir la masa no suspendida, que es uno de los principales desafíos de este tipo de tecnología. La masa no suspendida se refiere a la masa de piezas y componentes que no están soportados por la suspensión, como los motores eléctricos en este caso, lo que inherentemente afecta a la conducción del vehículo.
Esta tecnología podría supone un avance hacia vehículos eléctricos más eficientes (los motores integrados en las ruedas reducen las pérdidas de energía) y más compactos (liberan espacio en el chasis). Y aunque está comenzando a aparecer gradualmente en vehículos eléctricos de pasajeros, la tecnología de motores integrados en las ruedas todavía tiene importantes desafíos técnicos que resolver antes de ser algo común.
La solicitud de patente no implica necesariamente que el producto vaya a llegar al mercado, pero Toyota ha mostrado un interés constante en los motores integrados en las ruedas. La compañía nipona ha presentado varias patentes relacionadas con esta tecnología en los últimos años, lo cual sugiere que esta tecnología podría estar candente en los laboratorios de I+D de la marca japonesa.
Hace más de una década, Toyota ya había mencionado los motores integrados en las ruedas como una opción viable para mejorar la eficiencia y el aprovechamiento del espacio en sus vehículos. De hecho, se llevó a prever que el Toyota iQ EV incorporara esta tecnología, aunque finalmente llegó al mercado con un motor tradicional. Más recientemente, la compañía ha insinuado el uso de motores en las ruedas en su concept car Lunar Cruiser. General Motors e Hyundai también han hecho sus pinitos con esta tecnología, aunque de momento en ningún vehículo de producción.
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