jueves, 1 de agosto de 2024

Coches eléctricos más baratos que los de combustión. El mercado de Alemania colapsa por la caída de la demanda

 


La decisión el pasado año de Alemania de eliminar las ayudas al coche eléctrico están teniendo graves consecuencias para el mercado, pero también para la industria del país. La falta de confianza ha provocado que las ventas de coches nuevos hayan caído un 47% entre los particulares en el primer semestre, con efectos como la bajada de demanda también en el sector de los coches de segunda mano.

Según la presa alemanael 70% de los concesionarios no aceptan coches eléctricos como parte del pago para una nueva compra, y el 80% indica que vende a pérdidas ante el riesgo de perpetuar las unidades disponibles en el concesionario.

El resultado es que el stock se está acumulando, lo que ha arrastrado unos precios de los eléctricos usados que se han colocado un 10% por debajo de los modelos diésel o gasolina.

Uno de los problemas tiene su origen en la crisis del COVID. En aquel momento, la falta de componentes como los famosos semiconductores, provocó que la demanda superase la capacidad de producción de las marcas, disparando los precios de los vehículos.

Ahora, cuando la situación se ha estabilizado, los precios están empezando a bajar, impulsado también por la llegada de las marcas chinas, lo que supone que aquellos coches vendidos hace tres o cuatro años que llegan al mercado de ocasión no son capaces de competir en precio con los nuevos sin una gran pérdida.

Para tratar de amortiguar el golpe, las marcas han puesto en marcha generosos programas de descuento para sus vehículos eléctricos, que igualan e incluso en algunos casos superan las cuantías de las ayudas públicas. Pero estas no han logrado remontar la situación.

El resultado es que dentro del canal particular, las ventas de coches eléctricos han caído un 47% entre enero y junio respecto al primer semestre del 2023, mientras que los híbridos enchufables no han logrado compensar el descenso, cayendo un 37%. En el otro lado están los modelos diésel y gasolina, que han aumentado un 24% sus ventas en el primer semestre.

Una victoria para el motor de combustión, pero que es prácticamente exclusiva de Alemania, que está posicionándose como el último reducto comercial e industrial de este tipo de motorizaciones, mientras que otros mercados se sitúan hacia el futuro donde nadie duda que, antes o después, será eléctrico, y que tendrá como resultado una pérdida total de competitividad por parte de los alemanes, que corren el riesgo de desaparecer de las preferencias de los clientes en favor de otros grupos más dinámicos, tal como ya le está sucediendo en China.

Font, article de Carlos Noya per a "Forococheseléctricos"

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