El planeta Tierra se encuentra en constante movimiento, por lo que sufre cambios. Algunos apenas son perceptibles, pero otros pueden repercutir de manera significativa a la estabilidad geológica de la corteza terrestre. Ejemplo de ello es el reciente descubrimiento que un equipo de geólogos de China y Estados Unidos, el cual reveló que un fenómeno intrigante y sorprendente está teniendo lugar en el corazón del Tíbet.
Uno de los elementos que juegan un papel importante dentro de la dinámica terrestre son las placas tectónicas. Las placas tectónicas son fragmentos de la litosfera, la cual se compone por la parte superior del manto superior y la corteza terrestre, mismas que se comportan como una capa fuerte, relativamente fría y rígida, que varía en grosor con respecto a los océanos, volviéndose más delgada en esta parte.
Como lo comentamos anteriormente, este equipo de geólogos descubrió que en las tierras del Himalaya un hecho sin precedentes ocurre en la parte más profunda de la placa tectónica india. Aunque se sabe que cuando las placas tectónicas interactúan al chocar, deslizarse o separarse entre sí, da lugar a la formación o transformación de un paisaje, como es el caso de muchas montañas y del mismísimo Himalaya, el cual se formó cuando las placas india y euroasiática colisionaron. Sin embargo, hay una complicación cuando las placas que interactúan poseen la misma densidad.
Los científicos que llevaron a cabo el descubrimiento pusieron sobre la mesa el tema de si la placa india se está sumergiendo bajo la euroasiática o si su parte superficial se corrugaba al tiempo que la parte más profunda se hundía en el manto terrestre. El resultado de la investigación arrojó un hallazgo verdaderamente sorprendente: en realidad, la placa india se está partiendo en dos, justo debajo del Tíbet.
Las rupturas verticales en las placas divergentes son comunes, como sucede en el caso de África e Islandia, pero la diferencia entre estas y la fisura que se encuentra bajo el Tíbet es que la última es una fractura horizontal. La parte que sostiene la meseta tibetana es la parte superficial, mientras que la parte profunda se está hundiendo en el manto terrestre, el cual se encuentra a aproximadamente 33 kilómetros de profundidad.
A raíz de estos descubrimientos, los científicos empezaron a plantearse cuáles son las implicaciones geológicas y si el riesgo de terremotos aumentará en la región del Tíbet, lo que, a palabras de Simon Klemperer, geofísico de la Universidad de Stanford, puede ser muy probable que suceda.
De igual manera, señala que una fisura profunda en la meseta asiática, conocida como Cona Sangri, puede ser el indicio de una perturbación mayor en la parte más vulnerable de la placa india se extienda hacia la superficie.
Douwe van Hinsbergen, geodinámico de la Universidad de Utrecht, en Países Bajos y uno de los investigadores principales del estudio, destacó la importancia de este hallazgo en el ámbito de la geociencia. “No teníamos conocimiento de que los continentes pudieran comportarse de esta manera, y eso tiene implicaciones fundamentales para la ciencia de la Tierra sólida”, señaló van Hinsbergen.
Font, article en "Enséñame de Ciencia"
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