La principal investigadora de esta curiosa técnica, la doctora en ingeniería química y ambiental, Dafne Crutchik explica que los humanos absorben el fósforo de los cultivos a través del alimento y que los restos del mineral son eliminados a través de la orina.
Ante la caída de reservas y el aumento del fertilizante, Crutchik señala que la mejor alternativa para conseguir el mineral y aumentar el rendimiento de los cultivos está en el pis humano. En países como Estados Unidos, Francia y Ucrania, esta insólita técnica es muy usada para que los campos crezcan y hasta los astronautas de la Estación Espacial Internacional reciclan su orina para cultivar tomates.
Sin embargo, el uso de fertilizantes con base en orina enfrenta obstáculo en las legislaciones locales y algunas reticencias de la gente. Critchik explica que en Chile no se puede utilizar.
De orina a fertilizante, ¿cómo se hace el tratamiento?
El sorprendente método de la doctora Crutchik consiste en mezclar agua de mar, que aporta el magnesio necesario, con la orina recibida de familiares y amigos, y la de los otros miembros del equipo de investigación.
Tras unos días de reposo, la unión de estos líquidos forma una solidificación del fósforo en cristales de color blanco, que tienen el tamaño de un grano de arena, y están listos para ser usados como fertilizantes.
Según explica Crutchik, 500 gramos de estos cristales podrían fertilizar una tonelada de tierra para cultivar tomates. Además, la científica destaca que esta técnica podría ayudar reducir los efectos adversos que el exceso de fósforo genera en ríos y océanos, dónde desembocan las aguas negras.
Font, article en "Canal 26"
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