Inteligencia artificial
El motor espacial, creado por un veterano de la NASA y que según las leyes de la física no debería funcionar, acaba de producir suficiente empuje para superar la gravedad terrestre.
Un propulsor revolucionario
"Hay reglas que incluyen la conservación de la energía, pero si se hacen correctamente, se pueden generar fuerzas como nada que la humanidad haya hecho antes", dice Buhler. "Será esta fuerza la que usaremos para impulsar objetos durante los próximos 1.000 años. Hasta que llegue lo siguiente".
Buhler fue uno de los mayores expertos en electrostática de la NASA. En su equipo, además de tener a antiguos miembros de la Agencia Espacial estadounidense, cuenta con ingenieros y científicos de Blue Origin, las Fuerzas Aéreas de EEUU o ExxonMobil. Su experiencia también les avala, han participado en programas como el del transbordador espacial de la NASA, el de la Estación Espacial Internacional o el del telescopio Hubble.
Exodus lleva más de dos décadas trabajando para encontrar su propulsor sin combustible. En ese proceso, sobre todo el que han llevado a cabo en los últimos 10 años, han desarrollado diferentes modelos y configuraciones de propulsor eléctricos. Además, han construido una máquina de vacío que les ha permitido medir el empuje de sus propulsores experimentales.
Cómo funciona
Toda esta labor de cribado les ha llevado a encontrar gran parte de los descubrimientos que forman ahora su motor electrostático. Las pruebas realizadas entre principios de 2022 y noviembre de 2023 dieron como resultado un rápido ascenso del empuje, que pasó de una milésima parte de la gravedad hasta llegar a una gravedad terrestre completa.
Esto, dice Buhler, demuestra inequívocamente la presencia de una Nueva Fuerza fundamental y que sus dispositivos aprovechaban esa fuerza para producir empuje sin emitir masa ni combustible. Ese empuje, dice el físico, es suficiente para contrarrestar toda la fuerza de la gravedad de la Tierra y salir al espacio.
"Esencialmente, lo que hemos descubierto es que los sistemas que contienen una asimetría en la presión electrostática o en algún tipo de campo divergente electrostático pueden dar a un sistema de un centro de masa un componente de fuerza distinto de cero", explica Buhler. "Así pues, lo que eso significa básicamente es que hay alguna física subyacente que puede, esencialmente, ejercer fuerza sobre un objeto si se cumplen esas dos restricciones".
La prueba definitiva en el espacio
Aunque se trata de un avance potencialmente revolucionario, el motor electrostático de Exodus no es el único que asegura poder generar empuje con solo una carga eléctrica y sin usar combustible. Ya hemos hablado aquí de motores 'imposibles' como el EM Drive o el Quantum Drive de IVO Ltd.
Aunque los dos han tenido éxito en sus pruebas en tierra, ninguno se ha podido probar aún en el espacio. El Quantum Drive estuvo a punto de lograrlo tras un lanzamiento el pasado noviembre, pero un fallo en los sistemas eléctricos del satélite que llevaba al propulsor impidió su puesta en marcha.
Aun así, Buhler cree que las empresas interesadas en este tipo de propulsión deberían ponerse en contacto con Exodus para que él y su equipo puedan compartir su experiencia y conocimientos. “El conocimiento de la descomposición de gases, la generación de corona, las descargas en cepillo, las serpentinas, las descargas incandescentes, la física del plasma, etc., suele ser demasiado para los ingenieros solos y el número de expertos en electrostática es muy, muy escaso", asegura.
Font, article de Omar Kardoudi per a "El Confidencial"
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