Una firma balear quiere crear en Cantabria una gran complejo: "Queremos convertirla en la Ibiza del norte
Hay quien lo ve con interés.
Y quien lo contempla con preocupación
La firma, con sede en Palma de Mallorca, ya ha trasladado su interés en unos terrenos de la costa de Ribamontán al Mar, entre Loredo y Langre, para levantar un gran complejo turístico ligado a un campo de golf. Su objetivo, como revela El Diario Montañés, es "convertir Cantabria en la Ibiza del Norte". De hecho ese es el eslogan que la sociedad ha presentado a los promotores y constructores locales.
Un espacio disputado. La sociedad inversora balear no es la única que se ha interesado por los terrenos, una amplia superficie que sale a subasta como parte del proceso de extinción de la constructora Emilio Bolada, ya quebrada.
El Diario Montañés revelaba hace unos días —citando al alcalde de Ribamontán al Mar— que el Consistorio tiene constancia de al menos otros tres interesados en las parcelas: Sunny Resorts, una sociedad liderada por Pelayo Cortina Koplowitz; el empresario Antonio Casado Briz, que ya tiene diferentes negocios inmobiliarios repartidos por la región; y una tercera empresa de la que no ha trascendido el nombre, pero de la que sí se sabe que tiene su sede en Madrid.
Uso hotelero y residencial. Que la puja haya captado el interés de varios inversores del país da una idea del atractivo de los terrenos, situados a unos 200 metros de la costa. Y sobre todo el interés que despierta la posibilidad de sacarles rendimiento. El periódico cántabro precisa que las parcelas subastadas por Emilio Bolado suman 7450.000 metros cuadrados, aunque no toda esa superficie goza de la misma catalogación ni protección. Quien se haga con ella podrá aprovechar a nivel urbanístico menos de la mitad, 355.200 m2. Su desarrollo exigirá además llegar a acuerdos con otros propietarios y afrontar años de tramitación.
Lo que sí refleja con claridad la normativa es cuál debe ser su finalidad. Los usos contemplados son el hotelero y residencial, con entre 157 o 350 casas, en función de la fuente que se maneje. El Plan General de Ribamontán, aprobado hace tres años, aclara que la construcción de vivienda en el entorno está condicionada al desarrollo de un proyecto que lleva ya tiempo sobre la mesa: un campo de golf.
Un proyecto con solera. Aunque el movimiento de AB Capital ha generado interés por su deseo de crear una "Ibiza del norte", en realidad no es la primera vez que el sector mira con apetito la costa cántabra. En su día Grupo Loredo, quebrado hace más de una década, ya se fijó en los terrenos de Laredo para impulsar un gran y ambicioso complejo residencial y hotelero de 45.000 metros cuadrados que incluía un campo de golf con 18 hoyos y la edificación de 350 viviendas.
En 2021 Sunny Restors, una de las compañías que habría mostrado ahora interés, ya valoró apostar por la zona y crear "el mayor complejo de golf del norte" del país, un ambicioso proyecto de 35 millones de euros que incluía un hotel y resort.
"No queremos ser la Ibiza del Norte". Lo que para el fondo inversor mallorquín es un gancho comercial, para al manes parte de la población local es una perspectiva, cuanto menos, poco halagüeña. Así lo reflejaba hace unos días la formación política Cantabristas, que insistía: "No, no queremos vivir en 'la Ibiza del norte', ni ser una colonia turística en la que se enriquezcan unos pocos". Por esa razón avanzaba su oposición "radical" a lo que considera un "modelo turístico especulativo" y exigía que sea el Gobierno regional quien asuma los terrenos.
"Cantabristas pide que dé garantías de protección y adquiera los terrenos de Loredo para evitar la construcción de la macrourbanización turística que un grupo balear plantea construir entre Langre y Loredo", urgea la formación, que durante las elecciones de 2023 logró 5.470 votos, lo que la deja fuera de la Cámara.
Más allá de Cantabria. El concepto de "ibización" del norte va sin embargo más allá de Cantabria. La Voz de Galicia apuntaba hace poco que la Mariña lucense, en Galicia, afronta un proceso similar, si bien en ese caso la causa sería otra: el "auge desmesurado" de los pisos turísticos, que se deja sentir con dos efectos inmediatos. El primero, las dificultades que se encuentran las familias asalariadas, incluidas las que viven de la propia hostelería, para encontrar vivienda asequible en la zona.
El segundo, un alza notable en el coste del alojamiento para los visitantes. El periódico gallego asegura que un piso que hasta hace no mucho podía arrendarse durante mes y medio en verano por 1.500 euros exige ahora un desembolso mucho mayor, que puede pasar incluso de los 8.000 euros. Fenómeno similar se registra también en Los Pirineos, donde El País alertaba hace años de otra "ibización" que complicaba a los trabajadores de las pistas de esquí y el sector turístico de los pueblos de montaña de Cataluña y Aragón afrontar el coste del alojamiento.
Alternativa a un Mediterráneo saturado. La costa cántabra, asturiano y gallega llevan tiempo atrayendo a turistas españoles y extranjeros. Eso no es una novedad. A su clima benigno, playas, paisajes y cocina se añade sin embargo un valor extra en el que insistía hace poco The Sun: supone una alternativa al saturado y encarecido Mediterráneo español, con Valencia, Baleares o Murcia presumiendo de registros récord y los alquileres turísticos al alza. El rotativo británico presenta de hecho la costa gallega como una opción asequible para los turistas habituados a Ibiza y dotada igualmente de "playas tan salvajes como la vida nocturna".
Font, article de Carlos Prego per a"Xakata"
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