jueves, 8 de agosto de 2024

España, el país del sol: la fotovoltaica suma tres meses seguidos como principal fuente de generación eléctrica

 


En el mes de julio igualó su mejor marca y fue responsable de casi una cuarta parte de la producción de electricidad en España

A lo largo de un muy caluroso mes de julio, la solar fotovoltaica fue responsable de casi una cuarta parte, el 24%, de la generación eléctrica en España. La cifra no sólo supone igualar la mayor aportación mensual de esta tecnología, sino también la constatación de que la apuesta por el sol en el país continúa dando sus frutos: tras cerrar mayo como la primera fuente de generación por primera vez en la historia, repitió en junio y vuelve a hacerlo en julio. En estos tres meses la producción de las fuentes renovables superó ampliamente a la de las contaminantes.

Además, el 24% de generación marcado en julio se consiguió con una producción total superior a la de mayo: 5.645 GWh frente a 5.114 GWh. Es decir, los parques fotovoltaicos no solo repitieron como principal fuente de producción de electricidad, sino que lo hicieron, además, con más carga de trabajo.


Si bien la tendencia lleva años siendo ascendente en la solar fotovoltaica -siempre ha aumentado su aportación mensual de año a año-, hasta 2024 nunca había sido la primera fuente de generación, ni siquiera en los meses con más horas de sol. Tradicionalmente, eólica y nuclear han ido alternando este papel, con alguna aparición del ciclo combinado de gas. Antes, carbón e hidráulica también ocuparon este lugar.

Los datos contrastan con los de hace dos años, cuando, a pesar de una aportación entonces también récord para esos meses de la fotovoltaica, el gas tuvo más protagonismo, precisamente en un año en el que preocupaba el suministro del hidrocarburo. El año pasado hubo más diversificación y eólica, ciclo combinado y nuclear fueron las fuentes que más generaron cada uno de los meses.

2022 fue, de todos modos, un año particular en el que la crisis energética se unió a varias olas de calor (que afectaron especialmente a la hidráulica y la eólica) y a unos problemas de corrosión en el parque nuclear francés que aumentaron la exportación de electricidad. Todo ello tensionó enormemente el sistema e hizo que se disparase el uso de las centrales de ciclo combinado de gas, que generaron el 16,8%, el 27,8% y el 32% de la electricidad en mayo, junio y julio, respectivamente.

A pesar de todo, el incremento en la aportación solar se debe principalmente a que también ha crecido a gran velocidad la potencia instalada: a más paneles, más electricidad verde. Si en julio de 2022 el parque fotovoltaico sumaba 17.995 MW, dos años después había crecido un 50% hasta los 27.099 MW. La idea, recogida en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), es continuar con este despliegue y llegar a los 76.387 MW en 2030. De hecho, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico desbloqueó hace unos días cerca de 239 proyectos que suman 24.870 MW y deberán conectarse a la red en los próximos tres años.

Almacenamiento

El viernes 24 de mayo sigue siendo el día de mayor aportación fotovoltaica, con un 29,41% del total, mientras que el 12 de julio fue el de mayor producción, con 211 GWh. De nuevo, son cifras que aún están lejos de los máximos de la eólica -ha llegado a aportar más del 50% de la electricidad al mix-, pero que hay que contextualizar también en una realidad natural incontestable: todos los días se pone el sol. Es decir, la producción se enmarca siempre en unas horas del día. La otra cara de la apuesta renovable (especialmente la fotovoltaica) es, por lo tanto, la necesidad de desarrollar sistemas de almacenamiento y la regulación necesaria para su implementación.


Sin embargo, a pesar de que el PNIEC prevé 18 GW de almacenamiento para 2030, no establece qué tecnologías deberán asumirlo más allá de la termoeléctrica. Esta fuente, más desarrollada y ya desplegada en España (2,3 GW), deberá aportar 4,8 GW, pero quedan fuera de este cálculo (es decir, el total serían 22 GW). "El almacenamiento de energía será uno de los principales elementos que proporcione flexibilidad al sistema energético", reconoce el documento, que cita también la Estrategia de Almacenamiento Energético, aprobada en febrero de 2021. Esta contemplaba disponer de una capacidad de almacenamiento de alrededor de 20 GW en 2030 y alcanzar los 30 GW en 2050.

Por otro lado, el Plan también incide en la otra gran realidad de la generación renovable, la importancia de gestionar la demanda. Al enmarcarse la producción de la fotovoltaica en unas horas concretas del día, lo óptimo sería que se moviese el consumo a estas mismas horas. Una forma de hacerlo es, precisamente, con precios más baratos de la energía. No obstante, esto sólo se puede aplicar en el mercado regulado. Además, desde que el Gobierno reformó estas tarifas para combatir la volatilidad, el impacto de los precios del mercado mayorista -tanto bajos como altos- es menor en esta factura.

Font, article de Guillermo del Palacio per a "El Mundo"




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