Los sensores de cámara de una pulgada quieren ser la norma. Pero no servirán de nada si no se mejora la clave que falla
Cada año es más complicado determinar qué ha cambiado sin tener el modelo anterior delante y, salvando algunos cambios claros, todo pasa por sutiles cambios en rango dinámico, algo más de detalle cuando se aumenta la resolución de salida de la imagen (como Apple con sus iPhone 15 disparando en 24 megapíxeles) y, quizás, cambios en la interpretación de los tonos.
El procesado actual es terrible. Nadie puede convencerme de lo contrario
El procesado de la mayoría de cámaras actuales es terrible, no me ando con medias tintas. Un Pixel 8 Pro, un Samsung Galaxy S24 Ultra y un iPhone 15 Pro cometen exactamente los mismos pecados, y no es casualidad: las fotografías están muy sobreprocesadas.
Pese a ello, estoy convencido de que si los usuarios viéramos de primera mano lo que realmente puede hacer nuestro teléfono frente a lo que hace al procesar, nos echaríamos las manos a la cabeza. Esta fotografía de Samsung es un gran ejemplo. Si no te muestran lo que puede llegar a hacer el RAW, estoy convencido de que tomarías la primera como buena foto.
Cuando ves los resultados que se pueden obtener desde el RAW, la cosa cambia. No es una tarea sencilla, ya que nuestros móviles tienen como prioridad disparar lo más rápido posible y procesar en la galería incluso antes de que abramos la foto. No obstante, sigue sin haber un punto medio: las fotografías siguen sobreprocesadas en color, nitidez y contraste, año tras año.
Sin embargo, con el Xiaomi 13 Ultra, no había sharpening ni siquiera en esta fotografía en interiores. Me encanta este teléfono, porque en la presentación en China hicieron hincapié en ello: querían que las fotografías fueran naturales y, por ello, no se añadía nitidez de forma artificial. Así que, sí, cada vez que alguien me dice que el sharpening es inevitable, le menciono a este teléfono.
Esta reflexión viene a propósito de las nuevas filtraciones relativas al sensor del Samsung Galaxy S25 Ultra, en el que se rumorea que llegará con un sensor de 200 megapíxeles y un tamaño de una pulgada. No me entusiasman los números, me interesa lo que hará la compañía con ellos.
El potencial de la cámara de nuestros teléfonos es mucho mayor de lo que creemos. Al ampliar una imagen, el efecto wow al notar que la calidad se acerca mucho a la de una cámara profesional es más impresionante de lo que imaginamos. Es algo posible, siempre y cuando los fabricantes quieran.
Font, article de Ricardo Aguilar per a "Xakata"
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