domingo, 16 de junio de 2024

Unos científicos de la Universidad de Colorado descubren que los elefantes se llaman por su nombre, igual que nosotros

Mediante sistemas de inteligencia artificial, un nuevo estudio ha descubierto que los elefantes africanos salvajes se dirigen unos a otros con llamadas similares a nombres, una capacidad poco común entre el mamífero más grande del planeta


Al reproducir las grabaciones, los elefantes respondieron afirmativamente a las dirigidas a ellos e ignoraron las llamadas destinadas a otros elefantes.


Investigadores de la Universidad Estatal de Colorado, Save the Elephants y ElephantVoices han utilizado la inteligencia artificial para hacer un descubrimiento increíble: los elefantes salvajes africanos se dirigen unos a otros con llamadas similares a nombres, una habilidad poco común entre los animales.

A diferencia de los delfines y los loros, que imitan la llamada del receptor, los elefantes utilizan etiquetas vocales arbitrarias, igual que los humanos con los nombres.

Un sistema de inteligencia artificial pudo confirmar que las llamadas de los elefantes contenían componentes específicos que identificaban al destinatario, una hipótesis que los investigadores ya sospechaban tras observarlos durante muchos años.


Según Michael Pardo, autor principal del estudio, esta aptitud es muy poco habitual e indica que los elefantes tienen una habilitada cognitiva avanzada. George Wittemyer, coautor del estudio, sugirió que esta capacidad puede indicar que los elefantes son capaces de pensar de forma abstracta

Los elefantes hablan de formas más complejas de lo que pensábamos

Los elefantes, como los humanos, tienen relaciones sociales complejas. Esta necesidad social puede haber impulsado el desarrollo de una especie de etiquetado vocal arbitrario en ambas especies, que en nuestro caso se convirtió en nuestros nombres.

A continuación, utilizaron una nueva técnica de procesamiento de señales y aprendizaje automático (inteligencia artificial) para identificar correctamente a los elefantes que recibían las llamadas basándose en sus características acústicas. Así, descubrieron que los elefantes no se limitan a imitar el sonido del individuo llamado, sino que utilizan etiquetas (nombres) específicas.

Las vocalizaciones de los elefantes, desde su trompa hasta el bajo retumbar de sus cuerdas vocales, abarcan un amplio espectro de frecuencias, incluidos sonidos infrasónicos por debajo del rango audible del oído humano. Gracias a estas llamadas, los elefantes pueden coordinar movimientos en grupo a grandes distancias.

Cuando los investigadores reprodujeron muestras de llamadas, los elefantes respondieron enérgicamente a las grabaciones de sus amigos y familiares, demostrando que reconocían sus nombres. Las llamadas a otros elefantes no produjeron respuestas similares, lo que sugiere que los elefantes son capaces de entender quién es el destinatario de un mensaje.

Aún se necesitan más datos para averiguar si los elefantes nombran otras cosas con las que interactúan, como comida, agua y lugares. A medida que avance esta investigación, es posible que algún día podamos comunicarnos directamente con los elefantes utilizando su propio lenguaje, algo que ayudaría a prevenir conflictos entre humanos y elefantes, así como a alertarles de peligros inminentes.

Font, article de Matheus Manente per a "Tiempo.com"


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