La incipiente industria europea de las baterías ha sufrido un duro golpe después de que uno de sus principales actores haya perdido uno de sus acuerdos más importantes: BMW ha decidido cancelar su pedido de celdas al fabricante sueco Northvolt después de que este último no haya sido capaz de cumplir a tiempo con su contrato de suministro.
El pacto, valorado en 2.000 millones de euros, se firmó en julio de 2020; sin embargo, Northvolt lleva ya dos años de retraso en sus entregas respecto a las previsiones iniciales debido a sus dificultades para escalar la producción de celdas. Por ello, BMW se ha visto obligada a recurrir al grupo coreano Samsung SDI.
A esto habría que sumar que la firma bávara ha detectado algunos problemas de calidad en los componentes de Northvolt, lo que ha terminado de dinamitar el acuerdo entre ambas empresas. Eso sí, BMW planea seguir apoyando a la startup, de la que es accionista, así como utilizar sus baterías en la futura plataforma Neue Klasse.
«Northvolt y BMW Group han decidido conjuntamente centrar las actividades de Northvolt en el objetivo de desarrollar celdas de batería de próxima generación. BMW Group sigue teniendo un gran interés en establecer un fabricante de celdas de batería de alto rendimiento, circulares y sostenibles en Europa», señala BMW en un comunicado.
Northvolt, un actor clave respaldado por BMW y el Grupo Volkswagen
A pesar de todo, Northvolt sigue siendo la niña bonita de la industria europea de baterías. La compañía escandinava ha logrado incluso captar la atención de la Comisión Europea, que a principios de año aprobó una subvención de 902 millones de euros por parte de Alemania para la construcción de una planta en Heide (Alemania), la cual se encargará de suministrar baterías precisamente a BMW. Además, el gobierno germano está presionando para que construya una segunda planta en el estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
Por otro lado, Northvolt actualmente se encuentra desarrollando sus propias baterías de sodio, una tecnología con unas prometedoras perspectivas. Su primera generación de celdas, libres de materias primas como el litio, el cobalto, el níquel, el grafito y el cobre, ofrecen una densidad energética de 160 Wh/kg. Inicialmente estarán destinadas al almacenamiento energético estacionario, pero en próximas evoluciones también serán aptas para su uso en vehículos eléctricos.
En su momento, Bruselas destacó el objetivo de Northvolt de construir «la batería más respetuosa con el medio ambiente del mundo». Y es que sus baterías de sodio prometen una huella de carbono de 10-20 kg de CO2/kWh, frente a los 100-150 kg/kWh de las típicas baterías LFP (litio-ferrofosfato).
Font, article de Alber Callejo per a "Forococheseléctricos"
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