Un nuevo reglamento de la UE retira ocho aromas por riesgo de genotoxicidad. Se va a notar en muchos productos
¿Qué ha pasado? Los sistemas de seguridad alimentaria de la Unión Europea. Eso ha pasado.
Un informe rutinario que lo ha cambiado todo. En noviembre de 2023, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria publicó un informe en el que evaluaba la seguridad de ocho aromas de humo cuya autorización debía renovarse. No fueron buenas noticias para los que los comercializaban. El informe dejó claro que había riesgo de genotoxicidad para los ocho.
¿Qué significa 'genotoxicidad'? La misma EFSA lo explicaba al publicar el informe, "la genotoxicidad es la capacidad de un producto químico de dañar el material genético de las células". Esto es problemático porque esos cambios o mutaciones en la información genética "pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer y las enfermedades heredadas".
Es importante aclarar que, en sentido estricto, el informe no decía que los productos fueran genotóxicos. Lo que señalaba es que, usando los nuevos datos presentados por lo fabricantes, la EFSA no pudo descartar la genotoxicidad de ninguno de los aditivos aromáticos. Hace diez años, cuando se aprobaron, la EFSA ya había reducido sus niveles de uso permitido.
El problema es que ahora, con mejores metodologías, no saber es mucho más peliagudo.
Y llegó la prohibición. A partir de ese momento, la pelota pasaba a estar en el tejado de la Comisión Europea y los estados miembros que han estado "debates sobre las opciones adecuadas de gestión del riesgo para los aromas de humo que se encuentran actualmente en el mercado". Y el resultado final fue que el Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos acordó retirar del mercado esos ocho aditivos en abril.
No obstante, eso no suponía una prohibición inmediata. "En el caso de los aromas que se utilizan para sustituir el ahumado tradicional (por ejemplo, jamones, pescado, quesos), el período de eliminación es de cinco años. Mientras que para usos en los que se agrega para darle más sabor (por ejemplo, sopas, patatas fritas, salsas), el período de eliminación será de 2 años", decía la Comisión.
Así que sí, durante los próximos dos años, vamos a despedirnos de muchas recetas de "patatas con sabor barbacoa y jamón, las sopas, algunas salsas con sabor BBQ, bebidas, helados y productos de repostería". No obstante, eso no quiere decir que lo vayamos a notar.
En estos meses, el gran reto de los fabricantes será, de hecho, sustituir estos aditivos fabricados a través de métodos de pirólisis por otros que sean inocuos para la salud. De que lo consigan dependerá que el adiós será definitivo.
Font, article de Javier Jiménez per a "Xakata"
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