La plataforma de investigación oceánica tiene una longitud de 108 metros y estuvo operando entre 1962 y 2021
Durante casi seis décadas, un barco como ningún otro ha existido estuvo navegando y realizando labores de investigación en el Pacífico. Se trata de FLIP, siglas en inglés FLoating Instrument Platform o Plataforma de instrumentos flotante, un nombre que también es un guiño a lo que le distinguía de cualquier otra embarcación. FLIP era un barco capaz tanto de navegar normalmente, en posición horizontal, como de operar en una posición perpendicular en el mar y con la mayor parte de sus 108 metros de largo sumergidos.
FLIP, aunque navegaba, no era tanto un barco como una plataforma de investigación oceánica flotante que operó entre 1962 y 2021 y fue desmantelada en 2023. Carecía de motores para propulsarse y se diseñó para ser remolcada en el mar en posición horizontal, como cualquier embarcación, y una vez llegaba a su destino se inundaba parcialmente para así voltearse 90 grados. La operación, que se llevaba a cabo con la tripulación y los científicos a bordo, duraba unos 20 minutos.
Propiedad de la Oficina de Investigación Naval, una rama de investigación y desarrollo tecnológico bajo la Marina de los Estados Unidos, y operada por la Institución Scripps de Oceanografía, esta estructura flotante fue concebida para contribuir a la investigación submarina como parte del programa de submarinos SUBROC. Inicialmente se usaron submarinos y buques para estas tareas, pero los problemas de estabilidad producidos por la acción de las olas provocaban errores e inexactitudes en los datos que recopilaban.
Los investigadores del Laboratorio de Física Marina de Scripps buscaron una alternativa bajo dos premisas fundamentales: debía alcanzar la máxima profundidad posible para la recolección de datos y ofrecer un nivel mínimo de perturbaciones provocadas por las olas, corrientes y mareas. Así nació FLIP, como una combinación de barco y estructura SPAR. Esta es un tipo de estructura flotante utilizada en la industria del petróleo y el gas para la extracción en alta mar y que ofrece una gran estabilidad.
FLIP tenía forma similar a una cuchara, con solo la proa, de algo más de 15 metros, con la forma tradicional de un barco mientras que el resto era una estructura tubular de unos 93 metros que quedaba sumergida al voltearse. El interior del FLIP también tenía un diseño igualmente particular. Cada habitación contaba con dos puertas para poder entrar y salir tanto en la posición horizontal como vertical, los instrumentos estaban situados de forma que fueran operados en esta última posición y contaba con lavabos en ambas orientaciones.
Para realizar el volteo, llenaba sus tanques con 700 toneladas de agua que después expulsaba bombeando aire a través de compresores situados en la proa y así recuperar la horizontalidad.
Su primer volteo se realizó el 23 de julio de 1962 en un fiordo en el estado de Washington. Después de demostrar su funcionamiento en una serie de pruebas, fue remolcado a San Diego para comenzar sus operaciones en septiembre de 1962. La plataforma pasó gran parte de su vida útil en el Pacífico, aunque también tuvo un despliegue en el Atlántico.
FLIP se utilizó durante casi 60 años para recopilar observaciones y datos sobre fenómenos oceánicos y atmosféricos. Una de sus especialidades era la investigación acústica y ayudó a descubrir muchas de las formas en que las ondas sonoras se ven influenciadas por variaciones en el océano, como cambios en la temperatura o salinidad. También ayudó a los científicos a aprender sobre la profundidad a la que se sumergen las ballenas y las propiedades de la corteza terrestre y a realizar estudios sobre olas, químicas del agua oceánica, temperaturas y presiones, topología submarina, estudios batimétricos, magnetometría submarina y electrostática, y meteorológicos.
FLIP cayó víctima de los recortes de gastos gubernamentales a raíz de la pandemia y la consiguiente recesión económica global en 2021. ‘Costaría unos 8 millones de dólares hacer que FLIP fuera utilizable por otros cinco o diez años, pero esos fondos podrían usarse mejor en otros lugares. Se nos ocurrieron muchas ideas creativas, pero no había suficiente inercia o financiamiento para mantenerlo en funcionamiento’, señaló Rob Sparrock, un oficial de programas de la Oficina de Investigación Naval de la Marina de los EE. UU., en 2021 a Sea Power Magazine.
Cuando el FLIP realizó su último viaje en 2023 para ser desmantelado, Margaret Leinen, directora de Oceanografía de Scripps, afirmó que ‘fue una maravilla de la ingeniería construida durante una fase importante de nueva tecnología para la exploración oceánica después de la Segunda Guerra Mundial. Los muchos descubrimientos de FLIP ayudaron a sentar las bases para la ciencia de vanguardia en curso para comprender nuestro océano’.
Font, article de Alfredo Biurrun per a "La Razón"
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