Tras vender más de cinco millones de coches en 2023, ahora el fabricante chino SAIC desarrolla una segunda generación de baterías en estado sólido para 2026.
- Las nuevas baterías de SAIC representan todo un avance en la densidad energética, la seguridad y la durabilidad de sus celdas.
- Las baterías con electrolito sólido ofrecen autonomías reales superiores a los 1.000 kilómetros.
- Serán tres, pero el primer coche eléctrico del matrimonio Audi-SAIC llegará en 2025
El futuro de los vehículos eléctricos está a punto de cambiar radicalmente gracias a la evolución que está teniendo el sector de las baterías. De hecho, SAIC, el gigante automotriz chino, se encuentra ultimando los detalles de su segunda generación de baterías con electrolito sólido, que prometen ofrecer autonomías reales superiores a los 1.000 kilómetros. Este proyecto está programado para entrar en producción masiva en 2026, representando un paso de gigante en la industria de la movilidad eléctrica.
Este fabricante de coches eléctricos lo tiene claro: las baterías en estado sólido son el futuro
Tras el éxito de su primera generación, conocida como baterías semi-sólidas, SAIC ha logrado una serie de significativos avances en la densidad energética, la seguridad y la durabilidad de sus celdas. Estas nuevas baterías mejorarán la experiencia de conducción, además de establecer un estándar más alto en eficiencia energética y sostenibilidad. Pero esta nueva generación de baterías no se limita a incrementar la autonomía. También promete una reducción del impacto ambiental y una integración más eficiente en diversas aplicaciones, desde vehículos eléctricos hasta sistemas de almacenamiento energético.
Claves de las baterías de segunda generación de SAIC
Las nuevas baterías de electrolito sólido de SAIC llaman la atención por sus especiales características. Con una densidad energética de 400 Wh/kg y una capacidad volumétrica de 820 Wh/L, estas celdas representan un salto significativo respecto a las tecnologías actuales. Además, ofrecen una capacidad de carga de 75 Ah, un diseño optimizado para resistir condiciones extremas, como temperaturas bajo cero, y una notable mejora en la seguridad frente a fugas térmicas o impactos.
La reducción en el tamaño y peso también es un aspecto fundamental: estas baterías ocuparán un 40% menos de espacio y serán un 25% más ligeras que las versiones anteriores. Esto permitirá a los fabricantes desarrollar vehículos más aerodinámicos y eficientes, al tiempo que incrementan la capacidad para incluir baterías de mayor tamaño sin comprometer el diseño del automóvil.
Con una vida útil estimada de hasta 45.000 ciclos, se espera que estas baterías puedan ser reutilizadas en diferentes contextos antes de ser recicladas, fomentando un modelo mucho más sostenible.
La competencia de SAIC
Esta apuesta de SAIC no es un hecho aislado. MG, una de sus marcas más populares a nivel internacional, será probablemente la primera en integrar esta tecnología en sus vehículos eléctricos, consolidando la posición del grupo en mercados como Europa. Sin embargo, la competencia en este segmento es feroz. Empresas como Chery y GAC también trabajan en desarrollos similares con metas muy ambiciosas, apuntando al lanzamiento de baterías de densidad incluso superior, como las de 600 Wh/kg.
El sector automotriz y energético se encuentra en un punto de inflexión, con múltiples actores invirtiendo en nuevas tecnologías de almacenamiento. Nombres reconocidos como CATL, BYD y Sunwoda lideran esta revolución, mientras que otras empresas están acelerando la construcción de fábricas y centros de investigación dedicados a baterías de última generación. SAIC, con su avanzada estrategia y las colaboraciones con especialistas como Jiangsu Qingtao, parece estar bien posicionada para marcar la diferencia en este competitivo panorama.
El impacto de las baterías de electrolito sólido
Más allá de la autonomía, estas baterías están diseñadas para transformar la industria. Con características como la recarga ultrarrápida, una mayor seguridad y una durabilidad excepcional, abren la puerta a nuevas posibilidades en el transporte eléctrico y en soluciones de almacenamiento para redes eléctricas. Además, su diseño eficiente permite reducir costes a medida que aumenta la escala de producción, haciendo que los vehículos eléctricos sean más accesibles para el público.
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De esta forma, 2026 será un año de innovación tecnológica, y constituirá un punto de inflexión en la transición energética mundial. Las baterías de electrolito sólido de SAIC y de otros competidores prometen acelerar el abandono de los combustibles fósiles, estableciendo un futuro más limpio y eficiente. Además, esta carrera por la supremacía tecnológica beneficia a los consumidores y al planeta, demostrando que el progreso en movilidad eléctrica está en el centro dellidad cambio hacia un mundo más sostenible.
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