lunes, 30 de diciembre de 2024

El título de 'material más resistente de la Tierra' tiene nuevo dueño

 

Imagen al microscopio de una fractura en el material CrCoNi (Berkeley Lab/Robert Ritchie)

Según los investigadores, se trata de una aleación de cromo, cobalto y níquel. No solo muestra una resistencia fuera de los común, sino que también presenta una notable ductibilidad.


Investigadores del Berkeley Lab y el Laboratorio Nacional Oak Ridge han identificado al CrCoNi, una aleación de cromo, cobalto y níquel, como el material más resistente conocido hasta la fecha. Este hallazgo, publicado en la revista Science, destaca por las propiedades únicas del material, que combina una dureza excepcional con una notable ductilidad.

Además, su comportamiento mejora de forma sorprendente al someterse a temperaturas extremadamente bajas, lo que lo convierte en un candidato ideal para aplicaciones en entornos extremos como la exploración espacial. El CrCoNi pertenece al grupo de las aleaciones de alta entropía (HEA), una categoría que se caracteriza por mezclar elementos en proporciones iguales, otorgando a los materiales una serie de propiedades únicas.

Esta aleación es capaz de resistir deformaciones severas sin fracturarse, alcanzando una dureza de 500 megapascales por metro cuadrado a temperaturas cercanas al helio líquido (-253 °C). Para comparar, materiales tradicionales como el aluminio o los mejores aceros apenas alcanzan los 35 o 100 megapascales por metro cuadrado, respectivamente.

Propiedades que desafían los límites de los materiales

El estudio muestra que la estructura interna del CrCoNi evoluciona al ser sometida a deformación, generando mecanismos que aumentan su resistencia. Estas propiedades fueron analizadas mediante técnicas avanzadas como microscopía electrónica y difracción de neutrones, que permitieron a los investigadores comprender cómo se comporta el material bajo condiciones extremas.

“Cuando diseñas materiales estructurales, buscas que sean fuertes, pero también dúctiles y resistentes a la fractura”, explicó Easo George, codirector del proyecto. En este caso, el CrCoNi combina estas características de forma excepcional, algo que lo diferencia de los materiales tradicionales. Eso sí, su producción a gran escala enfrenta múltiples desafíos.

Por ejemplo, la fabricación del CrCoNi es costosa y compleja, lo que dificulta su adopción para aplicaciones cotidianas. A pesar de esto, los investigadores creen que puede ser clave en sectores que requieren materiales capaces de soportar condiciones extremas, como las bajas temperaturas del espacio profundo o ciertos entornos industriales.


Font, article de R. Badillo per a "El Confidencial"

 


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