sábado, 14 de diciembre de 2024

Taiwán vive una situación inédita en tres décadas: hay un ejército de 53 aviones y 90 buques chinos frente a la isla

 

Si es un simulacro, es de los más logrados en la historia de la tensa relación entre ambas regiones

Que Taiwán y China mantienen una relación de máxima tensión parece ampliamente demostrado. En septiembre, Japón sacó “a pasear” por primera vez un buque de guerra en el estrecho, y todas las miradas apuntaron a Pekín. Luego han aparecido documentos donde los militares de la nación parecen estar estudiando la guerra de Ucrania e incluso han diseñado la posibilidad de abordar un posible conflicto con el “vecino”. Lo último: Taiwán se ha levantado con un ejército frente a las costas.

Operaciones militares. Taiwán ha detectado en las últimas 24 horas 53 aviones militares y 90 buques con la bandera china operando en los alrededores de la isla, en las aguas que abarcan desde las islas del sur de Japón hasta el Mar de China Meridional. Dicho de otra forma, la escena significa el mayor despliegue de actividad aérea en un solo día en tiempo.

No solo eso. El despliegue naval de China, con esas 90 embarcaciones, representa el mayor movimiento militar en la región en casi tres décadas, desde los ejercicios previos a las elecciones presidenciales de Taiwán en 1996. Estas operaciones, escenificaciones si quiere, provenientes de diferentes comandos chinos, refuerzan la presión militar sobre la isla y la tensión entre ambas regiones. De fondo, una exhibición china que apunta a demostrar la capacidad de la nación para aislar la isla y disuadir la intervención de aliados estadounidenses como Japón y Filipinas.

La respuesta. Aunque China no ha emitido anuncios oficiales sobre maniobras militares, los funcionarios taiwaneses sospechan que este despliegue busca sorprender a la isla y podría estar relacionado con la reciente visita del presidente taiwanés, Lai Ching-te, a los enclaves de Guam y Hawái, reunión que incluyó encuentros con políticos estadounidenses.

Tal es la situación, que Taiwán ha elevado su nivel de alerta máxima en respuesta a estas acciones, un movimiento que se suma a ejercicios militares anteriores de China destinados a intimidar a la isla y a sus principales aliados. Además, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán ha condenado estas actividades, calificándolas como una amenaza a la estabilidad regional y acusando a China de ser un “desestabilizador” en el Indo-Pacífico.

Tensiones geopolíticas. No es nuevo. China considera a Taiwán parte de su territorio y se opone a los intercambios oficiales entre la isla y países como Estados Unidos. El presidente Xi Jinping, de hecho, ha calificado la "reunificación" con Taiwán como "inevitable" y nunca ha descartado el uso de la fuerza.

A su vez, el gobierno chino continúa condenando la venta de armas estadounidenses a Taiwán, imponiendo sanciones a empresas y ejecutivos del sector defensa en represalia por la aprobación reciente de un paquete militar de 387 millones de dólares. De hecho, la reciente visita del presidente taiwanés a Hawai y Guam enfureció a Beijing hasta el punto de acusar a Taiwán de buscar apoyo estadounidense para su independencia. El gobierno chino ha prometido responder firmemente a cualquier intento de “provocación” y ha advertido que la cuestión de Taiwán será “resuelta por completo”.

Reacciones internacionales. A todo esto, el despliegue marítimo coincide con el cambio de administración en Estados Unidos, donde el presidente electo Donald Trump ha expresado su apoyo a Taiwán, pidiendo un aumento en su gasto militar y resaltando la importancia en la industria de semiconductores. Mientras, “la isla” busca reforzar sus alianzas diplomáticas en el Pacífico, visitando naciones que mantienen relaciones con Taipéi en lugar de Beijing.

En definitiva, lo que está ocurriendo ahora mismo no debería pasar de una escenificación si nos ceñimos a otros movimientos parecidos en los últimos meses. Con todo, parece claro que China ha intensificado sus actividades militares, sobre todo desde la asunción de Lai en mayo, incluyendo dos iteraciones de los ejercicios Joint Sword-2024. Estas maniobras, como contamos, simularon bloqueos, ataques a objetivos clave y cierres de puertos estratégicos en Taiwán, subrayando la capacidad de Beijing para rodear e intimidar a la isla.

Una señal, otra más, de que las relaciones entre ambas regiones están muy lejos de entenderse, además de destacar la postura agresiva de Beijing hacia lo que considera una “cuestión central”.

Font, article de Miguel Jorge per a "Xakata"

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