Esta megaestructura del gigante asiático logra retener tal cantidad de agua que es capaz de modificar la el movimiento de rotación de la tierra, afectando incluso a la duración de los días.
Una construcción faraónica.
Desde que la Asamblea China presentó el proyecto hasta que comenzaron las obras pasaron 14 años. En 1994 se iniciaron oficialmente las obras para la construcción de la presa de las Tres Gargantas, llamada así por los tres estrechos valles de los que bebe el río Yangtse, las gargantas de Qutang, Wu y Xiling.
18 años después, en 2012, la obra estaba completamente terminada, aunque desde 2009 la central hidroeléctrica generaba energía a completo rendimiento. Tiene más de dos kilómetros de longitud y 185 metros de alto, lo que la hacen convertirse en la central hidroeléctrica más grande del mundo y por consiguiente, la que más energía genera. Con sus 32 turbinas es capaz de generar más 80.000 millones de kilovatios hora en todo un año, lo que significa todo un hito energético al tratarse de energía renovable.
Además del complejo sistema de generación de energía, la presa cuenta con un sistema de esclusas para el llevar a los barcos de un lado al otro del río, al ser este una de las principales rutas fluviales entre el interior de China y la costa. Además de las esclusas, que ayudan a superar los 110 metros de desnivel entre un lado y otro del río, se ha construido un ascensor de barcos, capaz de en menos de una hora elevar un barco de 3000 toneladas, mientras con el sistema de esclusas el trámite dura unas cuatro horas.
39.300 hectómetros cúbicos de agua.
La capacidad máxima de la presa es de 39 billones de litros de agua y el cauce se extiende 600 kilómetros hacia arriba. Esta cantidad de agua ha tenido enormes consecuencias para el paisaje y la población que vivía a las orillas del Yangtsé y en último lugar a la rotación de la tierra.
Según un estudio de la NASA, esta acumulación tan masiva de agua hace que la duración de los días se alargue 0.06 microsegundos, haciendo que la tierra sea más plana en los polos y algo más redonda en el ecuador. Además de modificar la posición de los polos 2 centímetros.
Esto aseguró la agencia espacial estadounidense al analizar el impacto que tendría un cambio de masa tan fuerte a 175 metros sobre el nivel del mar. Es decir, que artificialmente se junten 39.000 billones de litros en un lugar en el que naturalmente no estarían afecta a las fuerzas gravitatorias de la tierra y a lo que se conoce como ‘momento de inercia’ que se corresponde a la inercia de un objeto con respecto a su eje. Por lo tanto, según esta ley, cuanto mayor sea la distancia de una masa a su eje de rotación, más lento girará. En este caso, al haberse producido esa alteración a una altura superior a la del nivel del mar, el efecto sobre la rotación terrestre es ligeramente mayor, pero aun así sigue siendo imperceptible.
Font, article de Rubén Criado per a "Diario AS"
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