Ajustes mínimos en el sistema de control de la movilidad para reducir la contaminación
Se trata, de hecho, de uno de los objetivos esenciales del proyecto: ese conjunto de equipos que configuran la ZBE, desarrollados e implementados por TEVA, permitirán conocer si se registran episodios de superación de emisiones contaminantes asociadas al tráfico rodado para valorar si resulta pertinente aplicar posibles limitaciones de acceso adicionales en alguno de los dos anillos externos en los que se ha organizado su implantación: el marcado por el trazado de la Gran Vía y el que configuran las calles del Centro Tradicional, desde Alfonso el Sabio hasta la fachada marítima.
Pero no solo eso. El sistema debe arrancar también con el estreno de la aplicación para teléfonos inteligentes desarrollada como complemento funcional paralelo, que permitirá que cualquier usuario pueda tener acceso a la información sobre la evolución del tránsito antes de iniciar su desplazamiento hacia el Centro y disponer de recomendaciones sobre itinerarios alternativos en el caso de que el sistema detecte aglomeraciones en determinados puntos de la red viaria municipal.
Esa aplicación ha superado un periodo de prueba de cerca de un año (de hecho, se había llegado a augurar su activación este otoño) y se encuentra en condiciones de ponerse en funcionamiento desde el próximo enero, según fuentes del departamento de Medio Ambiente que coordina el vicealcalde Manuel Villar. Es más, también ha concluido la fase de testeo de la plataforma de control y del centro de procesamiento de datos, que también permitirá el volcado de parte de información a través de los paneles instalados en distintos puntos de acceso al Centro. Las mismas fuentes inciden, igualmente, en que ese sistema también permitirá conocer las plazas libres en los principales aparcamientos públicos de la ciudad para favorecer su uso como elemento disuasorio que evite un mayor tiempo de rodaje de los vehículos en busca de estacionamiento en la vía pública.
Además, también posibilitará que los transportistas profesionales puedan conocer la disposición de las zonas habilitadas para la práctica de carga y descarga, e incluso reservar su uso, además de tramitar sus autorizaciones personales de acceso a puntos encuadrados en los tres anillos de la ZBE, en el supuesto de que se acordasen limitaciones de acceso extraordinarias de carácter temporal. Para ello, bastará con la cumplimentación de su registro personal individual para quedar identificados. De igual modo, la aplicación también servirá para que cualquier ciudadano pueda solicitar sus permisos de acceso puntual en el perímetro del Casco Antiguo, que seguirá restringido únicamente a residentes y trabajadores.
En realidad, la implantación del sistema de control y seguimiento del tráfico que comprende la ZBE ya solo quedaría pendiente de dos trámites que deben formalizarse este mes de diciembre. Se trata, en primer término, de la aprobación definitiva de la ordenanza reguladora (validada de forma inicial en el pleno de octubre), después de que quede cubierto el periodo de presentación de alegaciones (el plazo de admisión se cierra el día 19). Hasta el momento solo se habrían registrado dos únicas aportaciones, por lo que su resolución no debería ser compleja.
Así, se prevé que la ratificación de esa regulación se produzca mediante la convocatoria de un pleno extraordinario, en el que también podría elevarse a aprobación (en este caso, inicial) el presupuesto municipal de 2025. Se da por hecho que el texto regulador quedará respaldado de forma mayoritaria sin dificultades, toda vez que -al margen de la posible incorporación de alegaciones- el cuerpo central seguirá siendo el pactado por el equipo de gobierno con el grupo municipal de Vox.
El segundo trámite tiene que ver con el proyecto de la ZBE propiamente dicho: la definición de sus condiciones y requisitos. Ese documento de planificación quedó aprobado en Junta de Gobierno a finales de octubre, lo que dio pie a la apertura de su periodo de exposición al público para la presentación de alegaciones. Ese plazo se cerró este lunes, día 9, con el registro de 29 propuestas, aunque gran parte de ellas corresponderían, en realidad, a un mismo formulario reproducido por distintos ciudadanos.
Los técnicos de Medio Ambiente trabajan ya en el análisis de esas aportaciones con el fin de emitir una propuesta de resolución con su posible admisión o rechazo para que el proyecto se eleve a aprobación definitiva en una próxima reunión de la Junta de Gobierno, también este mismo mes de diciembre. Con ello, se habrá completado el ciclo y la ZBE quedará lista para entrar en vigor, después de que se haya concluido la campaña de señalización con el repintado de marcas viales y colocación de postes en sus puntos de acceso y control.
Como viene informando este diario, entre las previsiones recogidas en el proyecto, se estima que la implantación de la ZBE pueda incrementar las cifras de facturación del comercio y la hostelería, en base a la experiencia registrada en la ZBE de Madrid. Además, se apunta como previsión que las medidas de calmado del tráfico mediante la reducción de carriles en el eje Marvá-Gadea pueda llegar a evitar la emisión de 164.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Font, article de Raúl Navarro per a "Alicante Plaza"
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