El mercado ha crecido con cifras de récord en los últimos años, hasta el punto de que España lidera el ‘ranking’ europeo y ocupa el 10º lugar mundial en capacidad instalada de energía fotovoltaica. Nada hace pensar que el ‘boom’ vaya a parar.
Como resume el Informe anual 2022 de la UNEF sobre energía solar, solo el año pasado se duplicó la potencia instalada de autoconsumo en España, repartiéndose esta nueva capacidad de la siguiente manera: el 47%, para el sector industrial; el 32%, para el sector residencial; el 20%, para el sector comercial, y el 1% restante, autoconsumo aislado. Según los datos analizados por la Asociación Española de Energías Renovables (APPA) en su primer Informe anual de autoconsumo, la inversión realizada en autoconsumo durante 2022 ascendió a 3.065 millones de euros; de esta cantidad, 1.707 millones correspondieron a la inversión realizada por particulares en instalaciones residenciales, y otros 1.358 millones, a instalaciones industriales.
¿Y ahora qué?
Como subraya Jon Macías, presidente de APPA, "algunas de las circunstancias asociadas a este rápido desarrollo tenderán a mitigarse o desaparecer". "Los precios del mercado eléctrico ya se están conteniendo tras el convulso 2022 y los fondos europeos irán también disminuyendo", añade. Además, según Macías, "el crecimiento medio de estos cuatro años, superior al 90% anual, no es sostenible". "Lejos de tener un crecimiento orgánico y lineal, la curva de crecimiento se asemeja a una exponencial que no puede durar en el tiempo. En el futuro veremos cómo se estabiliza ese crecimiento anual y nos acercaremos a una estabilidad necesaria para un sector que ha vivido fuertes tensiones en las cadenas de suministro y que ha demandado vorazmente profesionales formados y acreditados en la instalación de autoconsumo", señala.
El acelerado crecimiento del autoconsumo también ha generado desequilibrios en el sistema energético, que las asociaciones de autoconsumidores y las comunidades energéticas, muy abundantes y activas en España, se han encargado de aflorar. En un manifiesto publicado recientemente por el divulgador Jorge Morales y el exdirector del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) Joan Herrera, que han apoyado más de una cincuentena de organizaciones y expertos del autoconsumo en España, se argumenta que, a pesar de que nunca antes como en estos años se ha avanzado tanto en un modelo de generación distribuida, "hoy el papel de algunas distribuidoras está dificultando enormemente hacer llegar el autoconsumo a quien no tiene un buen tejado.
Este colectivo entiende que se tiene que "llamar a capítulo a aquellos que, pese a disponer de más recursos que ningún otro actor del sector eléctrico, no están haciendo bien las cosas, para que cambien sus protocolos, pongan recursos y mejoren su operativa". Así, los firmantes piden dotar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) "de competencias específicas para la resolución ágil de los conflictos que frecuentemente se presentan entre los agentes del sector, incluyendo la capacidad de sanción cuando los errores de la distribuidora no permiten la legalización o cuando el flagrante incumplimiento de sus obligaciones en materia de lectura de contadores impide la facturación de los excedentes".
Por último, señala "la necesidad de establecer con claridad aquello que puede exigir la distribuidora durante el proceso de la conexión de una instalación solar, no permitiendo que se aproveche el proceso para hacer unas inversiones que le corresponden a la distribuidora y por las que recibe una adecuada remuneración".
Desaprovechamiento elevado
Otro de los temas pendientes en el negocio del autoconsumo es el desaprovechamiento de parte de la energía generada por las instalaciones de empresas y particulares. Según cifras del sector, en 2022 solo se aprovechó el 81% de la energía eléctrica producida, o lo que es lo mismo, el 19% de esa energía se desperdició por las dificultades del vertido del excedente o capacidad no utilizada a la red general, en línea con lo que denuncian las organizaciones de autoconsumo. Esta pérdida de energía, equivalente al 0,4% de la demanda en 2022, año con mayor precio medio del mercado eléctrico, "debería ser objeto de reflexión en un país con una eleva da dependencia energética, ya que cada kilovatio no aprovechado es un kilovatio producido a partir de combustibles fósiles. Más aún cuando se trata de una capacidad renovable perfectamente disponible", argumentan desde APPA.
Font, article de Fernando Rodríguez López de Andújar per a "El periódico"
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