Se encuentra en Alemania y no ha subido el precio del alquiler desde su fundación en el siglo XVI
El precio del alquiler de estas viviendas no ha subido desde 1523 por petición expresa de su fundador, Jakob Fugger. Este banquero fue el hombre más rico del mundo en sus años, de hecho se estima que su fortuna era de casi 500.000 millones de euros, cuantía que superaría la fortuna actual de Elon Musk y Jeff Bezos, según los datos recogidos por Bloomberg.
El millonario de millonarios fue banquero de España en tiempos de Carlos V, financió al Papa y a Fernando Magallanes y creó lo que podría considerarse como la primera multinacional de la historia. Entre sus muchos logros se encuentra también el de poner en en marcha el proyecto de vivienda social más antiguo de Europa, ¿quieres saber más?
El complejo residencial Fuggerei contó originalmente con 42 viviendas que a lo largo de los siglos se han apliado a un total de 148 apartamentos, distribuidos en las cerca de 70 casas. Cada uno tiene entre 45 y 65 metros cuadrados, cocina, recepción dos habitaciones y, las que dan a la calle, cuentan también con un pequeño jardín.
Las condiciones que Fugger estableció en sus inicios eran claras a la hora de seleccionar a sus residentes: ser católico, rezar tres veces al día, tener más de 60 años, haber vivido dos años en Augsburgo y haber caído en la indigencia sin deudas. Estos criterios también han cambiado y a día de hoy prima la precariedad de los candidados.
Los cuatro años de lista de espera merecen la pena, ya no solo por el módico precio del alquiler y es que la villa cuenta también con un local para las actividades sociales de los vecinos, que cada martes ofrece un desayuno colectivo y los jueves una merienda con café y pasteles. Además, una vez al año sus habitantes organizan viajes de vacaciones a Italia.
Esta ciudad dentro de otra ciudad se ha convertido en todo un reclamo turístico y recibe a más de 200.000 viisitantes al año. La villa se encuentra amurallada, como en sus orígenes, y cierra sus puertas a las diez de la noche. En caso de que algún vecino despistado llegue tarde deberá pagar una multa que oscila entre los cincuenta céntimos y el euro.
En cuanto a la media de edad actualmente es muy variada, ya que esta no es un factor determinante a la hora de seleccionar a sus residentes, que van desde personas viudas hasta madres y padres solteros. Así lo explica Sophie Dost, encargada d ela coordinación de proyectos y la comunicación de Fuggerei, en declaraciones al diario ABC: «Son personas con muy bajos ingresos los que viven en este lugar. Residentes en emergencia por situaciones surgidas, por ejemplo, por enfermedad prolongada, pensionistas, padres y madres solteras. Pero si la situación financiera o la situación de emergencia mejora, los residentes se mudan de Fuggerei nuevamente», aclara.
El éxito de este proyecto ha hecho que ya se planteen iniciativas para extenderlo por otros países, como Sierra Leona, Lituania y los Países Bajos.
Font, article de T. C. per a "El comercio"
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