Es en la ciudad de Brookville, Ohio, donde el gigante americano General Motors tiene una enorme factoría que se ha convertido en el centro de atención estos últimos días. Y es que en ella efectuará una importante inversión para demostrar al mundo entero que el motor de combustión aún tiene una larga vida por delante. Y es que de Brookville salen los bloques de combustión interna para sus vehículos pesados. Y una gran parte de ellos, además son diésel.
Esta planta de fabricación de General Motors ha sido el escenario de una importante inversión por parte del gigante americano. Tan importante como 1.000 millones de dólares, el equivalente a algo más de 915 millones de euros. Con semejante inversión los chicos de General Motors van a ampliar de forma considerable sus instalaciones, pasando de los actuales 250.000 pies cuadrados (más de 23.000 metros cuadrados) a nada menos que 1,3 millones de pies cuadrados (más de 125.000 metros cuadrados).
El conocido como DMAX de Ohio también se encargará de fabricar piezas para los motores que General Motors también ensambla en otra de sus factoría en Estados Unidos. Se trata de la planta que tienen en Moraine, también en Ohio, construida originalmente en el año 1999 gracias a una colaboración entre General Motors e Isuzu Diesel Services of America.
Según GM el motor térmico aún tiene mucho camino por delante
“Esta inversión promueve nuestro compromiso con el dominio del mercado de camionetas Heavy Duty con la potencia Duramax bajo el capó que tanto les gusta a los clientes”, dijo Mike Trevorrow, vicepresidente de fabricación de General Motors en América del Norte. “Además, es un verdadero testimonio del arduo trabajo y la dedicación de los miembros de nuestro equipo DMAX en el estado de Ohio, que construyen productos mecánicos de clase mundial”.
Por el momento General Motors no se ha pronunciado sobre los bloques que se van a ensamblar en dicha factoría, pero Auto News asegura que una gran parte de los empleados actuales de las instalaciones de Moraine van a ser trasladados a la enorme factoría de Brookville a medida que aumente la producción de estos propulsores.
“No tenemos anuncios que hacer en este momento más allá del producto actual para la planta de Moraine, pero después de que se construya este programa de motores, la planta puede ser considerada mientras evaluamos la futura asignación del programa”, añadió a Auto News un portavoz del gigante americano.
General Motors también invierte en la planta de la que salen sus pick-up y camiones
La importante inversión realizada por parte de General Motors ha sido recibida con entusiasmo por Carl Kennebrew, presidente internacional del Sindicato Internacional de Trabajadores, que representa a los empleados en las instalaciones que se encargan de la producción en el centro DMAX.
“Este anuncio histórico de inversión y expansión es un testimonio de la ética de trabajo de los miembros de IUE-CWA en esta empresa y no podría estar más orgulloso”, dijo Kennebrew.
Esta importante inyección de capital por parte de General Motors para la producción de propulsores para sus vehículos pesados llega apenas dos semanas después de que el gigante americano dijera que también invertiría 632 millones de dólares (casi 580 millones de euros) en la planta de ensamblaje que tiene en Fort Wayne, precisamente donde se dan forma a los vehículos pick-up y camionetas equipados con propulsores de combustión, demostrando así que estos bloques aún tienen un gran camino por delante. Por lo menos al otro lado del océano.
Font, article de Julián Garnacho per a "Motor16"
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