Vista de una zona pública de la base que parece más un bar de cocktails de moda. (Imigo/Hassell Studio)
Diseñado para el programa Discovery de la Agencia Espacial Europea, puede albergar a 144 personas, con espacios residenciales, restaurantes y grandes invernaderos.
Después de ver la propuesta de base lunar creada por el estudio de arquitectura Hassell para el programa Discovery de la Agencia Espacial Europea es difícil que no te entren ganas de mudarte a nuestro satélite a vivir en una de sus habitaciones enterradas bajo el regolito.
Según el diseñador jefe global de Hassell —Xavier de Kestelier— el Plan Maestro del Hábitat Lunar es "el siguiente paso en la creación del primer asentamiento humano permanente en la luna [...] La luna es un lugar extremadamente hostil para vivir. Sin atmósfera, los humanos necesitan una nueva infraestructura para acceder al agua y al oxígeno mientras están sometidos a altos grados de radiación".
El diseño de este hábitat está compuesto por una estructura regular formada por módulos hinchables construidos sobre unos cimientos impresos con robots. "Los hábitats inflables en la luna pueden sonar como ciencia ficción, pero este tipo de membranas inflables ya se están probando en la Estación Espacial Internacional", apunta De Kestelier.
Estos módulos estarán todos interconectados por múltiples vías y serán enterrados en suelo lunar para aislarlos de la radiación y mantenerlos en condiciones estables.
La base desde fuera, con paneles solares verticales para captar la luz del Sol en el polo sur lunar. (Imigo/Hassell Studio
La ciudad contará con grandes paneles solares montados en postes verticales para garantizar el máximo aprovechamiento de la energía del sol para producir electricidad. Al estar situada en el cráter Shackleton, en el polo sur de la luna, esta es la mejor manera de que los rayos de luz impacten las células perpendicularmente y la conversión sea óptima. Según la NASA y la ESA, este cráter tiene grandes posibilidades de albergar grandes cantidades de agua congelada, necesaria para la supervivencia del emplazamiento.
La pequeña ciudad lunar está diseñada para albergar a 144 personas, con espacios residenciales y zonas comunes que incluirán los restaurantes. El espacio que abre este artículo —que como el resto de fotos está renderizado por Imigo— parece más un bar de coctelería de moda que una base espacial. También habrá espacio para juegos y grandes invernaderos en los que hacer crecer vegetales frescos para su consumo.
Sobre todo, sin embargo, lo importante del diseño de Hassell es vivir bien en un entorno agradable que contrasta radicalmente con las propuestas de los americanos y los chinos. Por lo menos sobre el papel, que lo aguanta todo.
Pero, como apunta De Kestelier, "tenemos que empezar a planificar cómo las comunidades más grandes no solo pueden sobrevivir, sino también prosperar y vivir en la luna". En otras palabras: no irnos ahí en plan colonos del siglo XV y pensar que tenemos la posibilidad de montar un entorno en el que vivir bien para afrontar los retos del extremo entorno lunar.
Font, article de Jesús Díaz per a 'El Confidencial"
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