La estadounidense Magna ha presentado durante la feria CES de Las Vegas su eDrive de con 800V de nueva generación, con un peso y tamaño reducidos.
La electrificación del parque automovilístico sigue su curso, aunque todavía queda mucho camino por delante para cumplir los ambiciosos objetivos de descarbonización tanto de la Unión Europea como de España. Las ventas de los coches eléctricos siguen al alza en nuestro país, con un crecimiento del 73,4% en 2023, según datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos. Y a eso contribuyen decisivamente las constantes innovaciones en el sector, como el invento para convertir coches de gasolina en híbridos ideado por un estudiante de 21 años o los motores eléctricos que se integran en las ruedas.
Una de las tendencias más revolucionarias tiene que ver con reducir el tamaño y el peso de los motores, lo que permite nuevas configuraciones de la arquitectura de los vehículos y ampliar su rendimiento y autonomía. Es a lo que se dedican desde hace años fabricantes y empresas como la canadiense Magna, que acaba de presentar en el CES 2024 de Las Vegas una nueva generación de su motor eléctrico de 800 V e imanes permanentes: con apenas 75 kilos, ofrece una mejora del 68% en la relación potencia-peso y del 47% en el par con respecto a su anterior eDrive
"Somos firmes en nuestro compromiso de crear experiencias de conducción excepcionales al tiempo que apoyamos un futuro sostenible", señaló en un comunicado de prensa Diba Ilunga, presidente de Powertrain en Magna, con amplia experiencia en la fabricación de todo tipo de piezas y componentes de los coches. "Nuestra próxima generación de eDrive es una verdadera encarnación de este compromiso, mostrando una sostenibilidad sin precedentes tanto en el diseño del producto como en la metodología de producción".
Características
Este nuevo motor eléctrico de Magna, anunciado por primera vez durante el CES, integra nuevas tecnologías para ofrecer una gran reducción tanto en el peso como en el tamaño, dos elementos fundamentales a la hora de mejorar las capacidades de los coches eléctricos. Además de eso, según la compañía norteamericana, su eDrive de nueva generación también mejora en cuanto al rendimiento, que es al fin y al cabo lo que importa a los conductores.
De todas las características que la compañía destaca, el avance realmente pionero para la industria automovilística que supone este motor es la posibilidad que ofrece de girarlo 90 grados alrededor del eje de transmisión. Eso implica nuevas posibilidades a la hora de diseñar un coche eléctrico e integrar mejor el motor, tanto en el espacio delantero bajo el capó como en el trasero, en el maletero.
Según las pruebas llevadas a cabo por los técnicos de Magna, otra de las ventajas de su nuevo producto es que alcanza una eficiencia de hasta el 93% en condiciones de conducción real, tanto en ciudad como en autopista, "lo que mejora significativamente la eficiencia en una amplia gama de velocidades del vehículo, haciéndolo más versátil", indica la compañía.
Traducido a especificaciones técnicas, este eDrive de 800V tiene un peso de 75 kg y una altura un 20% inferior en relación a la anterior generación de motores de Magna. Cuenta con una potencia máxima de 250 kW (que equivalen a 335 CV) y un par máximo en el eje de 5.000 Nm, lo que lo convierte en todo un portento en carretera. Está pensado para los segmentos C, D y E, es decir, familiares compactos, berlinas medias y vehículos de grandes dimensiones. Además, según la compañía, puede funcionar como motor principal o como secundario, lo que abre la puerta a su uso en una gran variedad de tipos de vehículos.
Además de la mejora en las prestaciones de sus motores eléctricos, en Magna han estado trabajando en mejorar la sostenibilidad de su producción. "Gracias a la perfecta integración de nuestros sistemas, hemos logrado reducir nuestra dependencia del aluminio y de los materiales pesados de tierras raras, lo que se traduce en una reducción significativa de las emisiones de CO₂ durante la producción en aproximadamente un 20% en comparación con la generación anterior de eDrives", señala el propio Ilunga.
Otros avances
En el mismo marco del CES, Magna ha aprovechado para presentar los primeros pasos de una tecnología que está desarrollando para integrar en los vehículos un sistema que prevenga la conducción bajo los efectos del alcohol. Se trata de un sistema basado en cámaras y en el análisis del aliento del conductor que permite determinar si está en condiciones de conducir "de forma rápida, fiable y asequible".
En este caso, las cámaras situadas en el interior se encargan de detectar distracciones al volante, indicios de somnolencia e intoxicación del conductor a través de las señales de sus pupilas. Para ello utiliza una tecnología de sensores infrarrojos patentada por Senseair, empresa dedicada a la detección de la calidad del aire.
Esquema de la tecnología de prevención de la conducción bajo los efectos del alcohol
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