martes, 23 de enero de 2024

Harvard cambia las reglas del juego en los coches eléctricos. Lo que han creado es, sin duda, el futuro

 


La Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson de Harvard ha logrado un hito sumamente significativo en el 
desarrollo de baterías de estado sólido. Se trata sin duda de uno de los avances más interesantes de los últimos años y que cambiará por completo las reglas del juego en el sector de los coches eléctricos.

En este sentido, conviene destacar que la batería de metal de litio más reciente desarrollada por esta escuela ha superado, con creces, a cualquier otra celda de batería de bolsa. Esto se debe, entre otros aspectos, a que cuenta con una increíble capacidad de carga y descarga en más de 6.000 ocasiones y sin que ello afecte el rendimiento y efectividad de la misma. Continúa leyendo para que descubras cuál es la clave más destacada detrás de este proceso, así como también las razones por las que es tan importante.

El santo grial de las baterías

Las baterías de estado sólido prometen revolucionar, por completo, la tecnología asociada a los coches eléctricos. En este aspecto, un equipo de investigadores liderado por Xin Li, profesor asociado de ciencia de materiales en SEAS, ha centrado sus investigaciones y estudios en el ánodo de metal de litio, un componente de vital importancia para las baterías. ¿Por qué es tan importante? Porque ayuda a mejorar, de forma constante, su eficiencia y autonomía.

Esta batería tiene una capacidad diez veces mayor que los ánodos de grafito comerciales, de ahí que sea considerada por muchos expertos en la materia como una verdadera referencia de las baterías. Además, este desarrollo tiene la promesa de mejorar la eficiencia de las baterías actuales y, al mismo tiempo, transformar la capacidad de los vehículos eléctricos.

La clave para una viabilidad más práctica y sostenible

Uno de los principales desafíos a los que se enfrentan los investigadores y diseñados de las baterías de estado sólido es la formación de dendritas en la superficie del ánodo que, en otras palabras, hace referencia a las proyecciones de metal que pueden causar cortocircuitos o incluso incendios.

Es justamente por lo anterior, que se han intentado implementar diferentes soluciones para reducir este problema mediante el desarrollo de una batería multicapa, pero las dendritas persistían. Pese a los desafíos, los investigadores lograron resolver este problema con partículas de silicio del tamaño de una micra en el ánodo.

Estas pequeñas partículas ayudan, entre otras cosas, a revestir de manera uniforme una capa gruesa de metal de litio, lo que resulta clave para evitar la formación de dendritas. En este sentido, los iones de litio se adhieren a la superficie de la partícula de silicio durante la carga, lo que les impide penetrar más allá de ésta.

Por otro lado, al metal de litio se enrolla alrededor de la partícula. Este método contribuye entre otras cosas a que la recarga de la batería sea mucho más rápida en comparación a las actuales. De hecho, se estima que la recarga completa no tarde más de diez minutos.

Para cumplir con todos los objetivos planteados, los investigadores de esta tecnología han construido una versión de la batería con una celda de bolsa del tamaño de un sello postal y, sorprendentemente, después de 6.000 ciclos, esta batería ha logrado retener el 80% de su capacidad, lo que supera a otras que existen y se están desarrollando en el mercado actual. Por ello no es de extrañar que Adden Energy, una empresa derivada de Harvard, haya licenciado la tecnología.

Como hemos visto, el último avance en las baterías de estado sólido de Harvard no solo es un logro técnico impresionante, sino que también representa un paso importantísimo hacia la viabilidad práctica de estas baterías para aplicaciones industriales y comerciales. El futuro de la energía móvil podría estar más cerca de lo que pensamos, con la promesa de una mayor autonomía y ciclos de carga mucho más rápidos.

Font, article en "La Grada"



No hay comentarios:

Publicar un comentario