El astrofísico de Harvard Avi Loeb presenta un nuevo estudio que demuestra que las esférulas encontradas por la expedición Interestelar no son del sistema solar.
Nuestro equipo de investigación utilizó instrumentos de última generación para analizar las esférulas recuperadas en el laboratorio de geoquímica del Profesor Stein Jacobsen en la Universidad de Harvard y el laboratorio de análisis del Dr. Roald Tagle en la Bruker Corporation en Berlín, Alemania. La mayoría de las esférulas se analizaron primero mediante micro-XRF con un Bruker Tornado M4 para determinar su composición de elementos principales, seguido de imágenes con una microsonda electrónica de barrido y mapeo químico, así como análisis químicos puntuales de aproximadamente 100 esférulas con un microanalizador de sonda electrónica. Se realizaron mediciones de abundancias elementales de aproximadamente 60 elementos principales y trazas para 70 esférulas con un ICP-MS de triple cuadrupolo iCAP TQ. Describimos nuestros nuevos hallazgos en un nuevo trabajo ahora en preimpresión, con los detalles principales a continuación:
Las esférulas cósmicas se subdividen en tres tipos por su composición. Estas son las esférulas ricas en silicatos o tipo S; las esférulas ricas en Fe (hierro) o tipo I; y las esférulas vítreas o tipo G. A las esférulas relativamente raras se la llaman “diferenciadas” ya que tienen similitudes con los meteoritos de acondrita y han sido tratadas como un subgrupo de esférulas de tipo S. Las esférulas diferenciadas tienen composiciones de elementos principales con proporciones más altas de Si/Mg (silicio y magnesio — N. del T.) y Al/Si (aluminio y silicio — N. del T.), y contenidos de oligoelementos litófilos refractarios más altos en relación con las esférulas condríticas (rocas primigenias — N. del T.).
Su composición química es diferente a cualquier material conocido del sistema solar
Las composiciones de elementos principales de 745 esférulas del lugar de impacto del IM1, medidas por micro-XRF, se representaron en un diagrama ternario de Mg-Si-Fe, ya que se ha demostrado que dicho diagrama distingue eficazmente los tipos S, I y G. Alrededor del 78 % de las esférulas siguen la tendencia de las esférulas de tipo S, G e I. Se las conoce como esférulas primitivas porque se cree que están relacionadas con meteoritos condríticos primitivos y representan materiales que no han pasado por diferenciación planetaria. El 22% restante de las esférulas tienen niveles bajos de Mg y se ubican cerca del lado Si-Fe del diagrama. Por eso, estas esférulas se denominan diferenciadas, lo que significa que probablemente derivan de rocas de la corteza terrestre de un planeta diferenciado. Como son claramente diferentes del subgrupo diferenciado de esférulas tipo S les dimos un nuevo nombre: esférulas tipo D. Las esférulas primitivas y diferenciadas se dividen en función de su relación Mg/Si. Las esférulas primitivas tienen Mg/Si > ⅓ (proporción de magnesio y silicio mayor de un tercio — N. del T.), mientras que las esférulas diferenciadas tienen Mg/Si <⅓ (proporción de magnesio y silicio menor de un tercio — N. del T.), por lo que esta relación se puede utilizar para distinguir los dos grupos.
Las variedades de esférulas D con alto contenido de Si aparecen cerca o dentro del rango de rocas ígneas terrestres, mientras que los grupos con bajo contenido de Si, no lo hacen. Así, las esférulas de tipo D se han dividido en cuatro grupos distintos. Esto da como resultado 8 grupos de esférulas distintos que se muestran en el diagrama triangular a continuación.Usamos un diagrama diferente para identificar esférulas con contenidos particularmente altos de elementos litófilos refractarios, basados en los enriquecimientos de Be (berilio), La (lantano) y U (uranio) en relación con Mg y Fe. Este procedimiento identifica 10 de las esférulas tipo D como BeLaU/esférulas de bajo Si y 2 como BeLaU/esférulas con alto contenido de Si. Si bien estas esférulas claramente parecen derivar de material formado por fraccionamiento ígneo, su composición química es diferente a cualquier material conocido del sistema solar, siendo el componente KREEP de la corteza lunar(un conjunto de lavas lunares enriquecidas con ciertos elementos — N. del T.) el más cercano en composición.
Algunos científicos que no han tenido acceso a las esférulas publicaron un estudio y una preimpresión que las composiciones de las esférulas de BeLaU son consistentes con cenizas de carbón, argumentando la invalidez de su origen meteorítico. El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) ha proporcionado múltiples estándares para cenizas volantes de carbón. Todos estos estándares tienen composiciones muy similares. El estándar mejor documentado para muchos elementos es el SRM 1633a, y su composición se da en el sitio web de GeoReM. Comparamos el composición promedio de esférulas BeLaU para 55 elementos con el estándar de ceniza de carbón SRM1633a en la figura adjunta a continuación. Muchos elementos volátiles (Zn, As, Se, Cd, Tl, Pb y Bi) están enriquecidos en las cenizas volantes de carbón en factores de aproximadamente 10 a 100 en comparación con las esférulas de BeLaU. Algunos elementos refractarios (Be, Ca, Cr, Fe, Y, Tm, Yb, Lu y W) se reducen en factores de 3 a 10 en las cenizas volantes de carbón en comparación con las esférulas de BeLaU. Por lo tanto, las esférulas de BeLaU no tienen la composición de las cenizas de carbón, por lo que las afirmaciones de lo estudios mencionadas anteriormente son incorrectas.
El conocimiento científico debe basarse en evidencia empírica y no en opiniones. Nuestro excepcional equipo tardó un año en planificar la expedición y seis meses en realizar un análisis exhaustivo de los materiales recuperados del sitio de IM1 en el Océano Pacífico.
A los críticos les llevó mucho menos tiempo y esfuerzo expresar sus opiniones y llamar la atención de periodistas o colegas. Pero al final, la integridad profesional debe marcar el camino, independientemente de las distorsiones temporales creadas por las redes sociales o los medios de comunicación. Para ser considerados una civilización inteligente, es mejor que sigamos el riguroso camino científico seguido por el equipo de investigación del Proyecto Galileo.
Font, article de Avi Loeb per a "El Confidencial"
No hay comentarios:
Publicar un comentario