martes, 23 de enero de 2024

Hallan el proceso que permitió crear las protocélulas, el primer paso para la vida

 

Ilustración de una fuente hidrotermal llena de vida. (Inteligencia artificial/Novaceno)

Un estudio publicado en Nature identifica el proceso por el que se generan los componentes orgánicos que generaron las paredes de las primeras células, el primer paso en la creación de la vida.


Un equipo de la Universidad de Newcastle ha observado por primera vez un fenómeno que, según ellos, marca el inicio de la vida orgánica en la Tierra, cuando se forman las moléculas orgánicas necesarias para crear las paredes de una célula a partir de minerales y un proceso puramente químico. Es un indicador claro, afirman, de que la vida debe ser aún más común de lo que pensamos, tanto en el sistema solar como en otros sistemas estelares en la Vía Láctea y el resto de los 200.000 millones de galaxias que se calcula puede haber en el universo.

En un estudio publicado en la revista Nature, el Dr. Graham Purvis y su equipo aseguran haber recreado con éxito las condiciones de las fuentes hidrotermales de hace 3.500 millones de años. Su experimento ha observado las reacciones químicas que llevaron a la Tierra primitiva —rica en hierro y otros minerales— a crear las sustancias orgánicas que, con la alta temperatura de estas chimeneas hidrotermales, se ensamblaron para producir las primeras membranas celulares. Estas membranas permiten la separación y concentración de la bioquímica interna que dio lugar a las primeras protocélulas y, eventualmente, a los organismos multicelulares que llegaron a poblar la Tierra.

“El experimento se centró en la combinación de hidrógeno, bicarbonato y magnetita rica en hierro, imitando así el ambiente de los suaves respiraderos hidrotermales”, señala el estudio. “Este proceso químico culminó en la síntesis de una gama de moléculas orgánicas, entre ellas ácidos grasos de cadena larga de hasta 18 átomos de carbono”.

Según el equipo, estos ácidos grasos “son moléculas orgánicas cruciales, compuestas de regiones hidrofóbicas e hidrofílicas, capaces de formar automáticamente células en el agua. La existencia de estas moléculas es decisiva porque sugiere cómo los primeros sistemas vivos podrían haberse autoorganizado en estructuras que encierran la química vital necesaria para la vida". El estudio revela cómo, bajo las condiciones de nuestro primitivo planeta, la mezcla de fluidos ricos en hidrógeno con agua rica en dióxido de carbono y minerales a base de hierro puede resultar en la creación de membranas celulares rudimentarias.

El Dr. Purvis estas primitivas membranas celulares son fundamentales en el inicio de la vida, al concentrar la química que dió lugar a la producción de energía.

 

“Este estudio muestra el primer paso en cómo la vida se originó en nuestro planeta”, afirma el coautor del estudio Dr. Jon Telling. “La investigación en nuestro laboratorio ahora continúa sobre cómo estas moléculas orgánicas, inicialmente ‘pegadas’ a las superficies minerales, pueden desprenderse para formar compartimentos celulares esféricos; las primeras ‘protocélulas’ potenciales que fueron a formar la primera vida celular”.

 

Este descubrimiento es extremadamente importante porque muestra que la vida puede surgir con condiciones muy básicas y comunes. Condiciones que existen en lunas del sistema solar y muchos planetas con océanos líquidos ricos en dióxido de carbono y minerales comunes, como los de la Tierra.

Según el Dr. Purvis, “el proceso puede haber generado una diversidad de tipos de membrana, algunas de las que pueden servir como cuna de la vida cuando la vida comenzó por primera vez”. Este proceso, afirma, también “puede haber contribuido a la génesis de ácidos específicos que se encuentran en la composición elemental de los meteoritos".

Habrá que esperar a la primera misión de exploración a Europa o Encélado para comprobar si es así de forma definitiva, pero es más que razonable pensar que estas reacciones químicas están ocurriendo o llevan millones de años ocurriendo, generando formas de vida desconocidas.

Como sabemos por el análisis paleontológico de los fósiles terrestres, estas formas de vida, si existen, serán muy diferentes de las que hemos conocido. Pero descubrirlas llevará décadas y miles de millones de euros en una misión arriesgada a una más allá del cinturón de asteroides. Por ahora, sólo han comprobado que los procesos necesarios para la formación de la vida más básica son mucho más comunes en el universo de lo que se pensaba. Debemos alegrarnos: la puerta al gran descubrimiento que cambiará nuestra visión del mundo y nosotros mismos está ya completamente abierta.

Font, article de Jesús Díaz per a "El Confidencial"


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