viernes, 16 de febrero de 2024

El Himalaya entra en la posible fase terminal

 

           Vista del glaciar Dagu, en lo alto de la meseta                             tibetana.CFOTO

Una grieta inusual que puede explicar mejor cómo funcionan las placas tectónicas.

Los resultados de una investigación realizada por un equipo de geólogos de China y Estados Unidos podrían cambiar lo que se sabe hasta ahora sobre el funcionamiento de las placas tectónicas. "No sabíamos que los continentes pudieran comportarse de esta manera", asegura el catedrático en tectónica y paleogeografía de la Universidad de Utrecht, Douwe van Hinsbergen, a la revista Science.

La investigación, llevada a cabo en la cordillera de Himalaya, demuestra que la placa Índica se está partiendo, horizontalmente, en dos mitades a decenas de kilómetros bajo la superficie terrestre en la región del Tíbet. Este fenómeno, como apunta en el portal Enséñame de Ciencia, añade un nuevo nivel de complejidad al conocimiento que tenemos sobre las placas tectónicas y la intensidad de los terremotos.

Tradicionalmente, cuando dos placas continentales convergen, se espera que una se sumerja bajo la otra en un proceso conocido como subducción. Sin embargo, en el sur del Tíbet, donde colisionan las placas continentales india y euroasiática, se ha identificado una situación única: la placa índica no se está sumergiendo como se esperaba, sino que se está fracturando horizontalmente.

Este fenómeno poco común sugiere que, en lugar de una subducción clásica, la corteza terrestre en esta región se está dividiendo en dos partes. La parte superficial de la placa india está actuando como un soporte para el Tíbet, mientras que la porción más profunda se hunde en el manto a una profundidad de aproximadamente 33 kilómetros en la corteza continental.

El hallazgo, basado en el análisis del recorrido de las ondas sísmicas recopiladas de 94 estaciones sismológicas en Asia, ha desconcertado a la comunidad científica. La estructura de la fractura varía en profundidad, alcanzando aproximadamente 200 kilómetros en un extremo y apenas unos 100 kilómetros en el otro.

Este sorprendente hallazgo, presentado durante la conferencia del año pasado de la Unión Geofísica Americana en San Francisco, redefine la comprensión de los procesos tectónicos en la región y abre nuevas perspectivas sobre la interacción de las placas continentales. Los científicos ahora exploran las posibles implicaciones de esta fractura en el riesgo de terremotos en el Tíbet, abriendo la puerta a investigaciones más profundas sobre la dinámica geológica de esta parte del "techo del mundo".


Font, article en "HuffPost"

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