jueves, 15 de febrero de 2024

La patronal eólica europea Wind Europe alerta del riesgo de los aerogeneradores chinos

 

         Fábrica de aerogeneradores de Vestas

Giles Dickinson ha afrimado que "sería malo para España y malo para Europa comprar aerogeneradores eólicos chinos.

El CEO de la patronal europea eólica Wind Europe, Giles Dickinson, entiende la “tentación” que supone para los promotores de parques eólicos comprar aerogeneradores chinos, si bien advierte de los “muchos riesgos” que esto tiene para la seguridad energética, la nacional y para el empleo en Europa.

Dickinson, en una entrevista con EFE, ha manifestado que “sería malo para España y malo para Europa comprar aerogeneradores eólicos chinos”, y ha señalado que la “amenaza” que suponen para la industria eólica europea es “cada vez más visible”.

Ha afirmado que los fabricantes chinos están empezando a ganar pedidos en Europa, y ya se han hecho con dos en Serbia y con uno en Rumanía, “y hay riesgos de que los ganen también en otros países, incluyendo España.

En su opinión, son una “tentación” porque sus precios son más bajos que los de los fabricados en Europa y, además, ofrecen condiciones de financiación, como pagos en tres años, que la industria europea no puede dar porque impactaría en su generación de caja y porque en Europa están sometidos a unas “reglas muy estrictas” sobre pago aplazado.

Los aerogeneradores chinos

Sin embargo, cree que sería un “gran error” que Europa, que ya se hizo en su día dependiente del gas ruso, ahora lo fuera de los equipamientos renovables chinos.

Ello perjudicaría a “la seguridad energética de los españoles y de los europeos”, al tiempo que podría también suponer un problema para la seguridad nacional.

En este sentido, ha explicado que en un aerogenerador moderno hay hasta 300 o más sensores que “transmiten datos muy a menudo a los centros de control de los parques eólicos”.

“Existe el riesgo de perder el control del funcionamiento de las máquinas de los parques eólicos”, ha dicho Dickinson, pero también el de facilitar que “intereses no europeos tengan control sobre el funcionamiento de gran parte de los parques eólicos en Europa“.

“En la práctica, te da control sobre gran parte del sistema energético de Europa”, puesto que la energía eólica supone el 19 % de la electricidad producida en Europa, ha precisado, tras recordar que la UE vigila “muy cuidadosamente” esa posible entrada de fabricantes chinos y si están apoyados por “subsidios injustos”.

También ha avisado del riesgo que puede suponer para el empleo en el sector eólico europeo, con más de 300.000 trabajadores (30.000 de ellos en España) y 250 fábricas; así como para los servicios de mantenimiento que los fabricantes prestan durante muchos años a los parques una vez construidos.

Objetivo: 35% de eólica en Europa

Por otro lado, Dickinson ve posible el objetivo que se ha marcado la UE de que la energía eólica, que actualmente supone el 19% de toda la electricidad que se consume en Europa, pase a ser el 35%, lo que requiere duplicar la potencia instalada..

Para ello defiende que hay que acelerar permisos y simplificar procedimientos para nuevos parques, incrementar inversiones en redes para incorporar toda la nueva electricidad eólica y solar que se instale, y mantener la cadena de suministro europeo.

Aunque la patronal se mantiene vigilante, la subida de costes que vive el sector por el conflicto en el Mar Rojo es poca, en su opinión, comparada con la registrada en 2021 y 2022.

En cuanto a la repercusión de las instalaciones eólicas en el territorio donde se implantan, ha considerado que hay municipios donde los ingresos procedentes del parque eólico de la localidad son más del 10% del presupuesto municipal, y en Europa hay casos en los que llegan a ser una cuarta parte de total. A ello se suma que los promotores de parque eólicos también hacen inversiones en infraestructuras, servicios o instalaciones municipales.

La eólica flotante, una oportunidad para España

El consejero delegado de Wind Europe ve la eólica marina flotante una “gran oportunidad para España”, donde ya se fabrican cimentaciones y estructuras para instalaciones en el Báltico y el Mar del Norte.

En el caso de la eólica flotante, ha dicho que se van a necesitar puntos de fabricación de las estructuras flotantes, que deberán ser enormes, por los 80 metros que tienen en cada uno de sus tres lados, y eso sólo se puede hacer en instalaciones que estén al lado del mar y al aire libre, “y España tiene mucha capacidad”.

Por otro lado, ha resaltado la importancia de la repotenciación de los parques antiguos y ha cifrado en 240 los casos registrados en Europa, con un resultado medio que ha supuesto más que doblar la capacidad instalada y reducir de media un 25% el número de aerogeneradores con respecto a los que había.

Ha indicado que es verdad que las repontenciaciones se están haciendo más en otros países que en España, aunque aquí hay cada vez más interés; y ha dicho que es importante que en todos los países los gobiernos simplifiquen los procedimientos de permisos para los proyectos de repotenciación, de forma que el estudio de impacto ambiental sólo analice el impacto adicional y no de todo el parque, que ya lo pasó en su día.

Font, article en "El Periódico de la energía"

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