viernes, 23 de febrero de 2024

El adiós definitivo a los coches eléctricos. Las marcas de coches ya están cambiando sus planes

 


La crisis climática ha motivado a la industria de automóviles a enfocarse en la 
producción de vehículos eléctricos, incentivando a las principales potencias mundiales a ofrecer subvenciones para atraer esta fabricación. Esto ha desatado una competencia en la creencia de que los vehículos eléctricos dominarán el mercado de coches rápidamente. Sin embargo, las empresas del sector se han encontrado con una sorpresa: la demanda global de vehículos eléctricos es menor de lo esperado, lo que ha llevado a algunas compañías a reducir sus previsiones de ventas y producción en este ámbito

Akio Toyoda, CEO de Toyota entre 2009 y 2023, ha expresado de manera reiterada su escepticismo hacia los vehículos eléctricos. Recientemente, ha sugerido que estos automóviles solo representarán el 30% de la industria automotriz mundial en el futuro. Esta postura ha generado críticas, aunque parece respaldarse en la observación de una lenta adopción de los coches eléctricos, especialmente en mercados clave como EE. UU. y Alemania.

En el país norteamericano, las ventas aumentaron un 40% interanual el último trimestre, pero fue un crecimiento menor al trimestre anterior (49%) y al mismo período del año pasado (52%). En Europa, las ventas de coches eléctricos aumentaron un 13,9% en comparación con el año anterior, pero en diciembre cayeron un 16,9%, principalmente debido a la retirada del programa de subvenciones en Alemania. De hecho, el país germano, aunque registró un incremento del 7,3% en las ventas de coches eléctricos, está por detrás de países como Italia (18,9%), España (16,7%) y Francia (16,1%)

Estrategias frente a la crisis

En octubre de 2023, General Motors anunció una disminución en la producción de vehículos eléctricos prevista para 2024 y 2025. La empresa, que tenía previsto fabricar 400.000 coches eléctricos desde 2022 hasta mediados de este año, ajustó sus planes debido a la caída en la demanda.

Ford, que salió de pérdidas en 2023, anunció el mes pasado una disminución en la producción de su modelo eléctrico F-150 Lightning. Volkswagen, en noviembre de 2023, pospuso la construcción de la cuarta planta destinada a la fabricación de baterías eléctricas. Por su parte, Tesla indicó, al publicar sus resultados, que la producción «podría ser notablemente más baja» este año.


Esta tendencia de desaceleración también ha alcanzado Asia. En China, BYD, que no solo vende coches eléctricos, sino que también fabrica sus baterías, está experimentando una disminución en su crecimiento. El incremento de sus ingresos netos en 2023 aumentó un 86,5% interanual, una cifra inferior al crecimiento del 446% que logró el año anterior. Además, Polestar, una subsidiaria de Volvo perteneciente al grupo Geely, recientemente anunció un recorte de personal a nivel global del 15%.

Precio y producción

Entre las razones detrás de esta disminución en la demanda se encuentra el elevado precio de los vehículos eléctricos. Los datos de la industria sugieren que la primera oleada de consumidores ya ha pasado, y para atraer a los próximos clientes, las empresas deberán reducir los precios. Por ejemplo, en Japón el precio de los modelos eléctricos SUV de Toyota, después de aplicar los subsidios y las tasas, es de 5,65 millones de yenes. Por su parte, el precio del modelo híbrido RAV4 se sitúa en los 4,3 millones de yenes.

La diferencia clave entre los coches eléctricos y otros modelos, como los híbridos o de combustión, se encuentra en la batería eléctrica. Esta batería constituye entre el 25% y el 40% del costo total de producción de los vehículos eléctricos, y puede pesar hasta 700 kg. Esto es relevante, ya que un vehículo más ligero consume menos energía y tiene una mayor autonomía. Por ello, empresas como BMW y Toyota están siguiendo el ejemplo de Tesla y están trabajando en la producción de baterías con mayor capacidad y menor peso.

Sin embargo, en la actualidad, parece ser bastante desafiante reducir los costos asociados con la fabricación de baterías. Por lo tanto, la solución parece residir en la disminución de los costos de producción en general. Esta fue la conclusión a la que llegaron en Idra, la empresa creadora de la máquina Giga Press. Este sistema de fundición a presión permite la fabricación de grandes piezas para automóviles, lo que ayuda a reducir el costo asociado con esta etapa de producción.

En resumen, para reducir el precio de los coches eléctricos y atraer a nuevos consumidores, las empresas deben enfocarse en la reducción precios y de los costos de producción.

Font, article en "La Grada"

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