El guitarrista y astrofísico Brian May
Los científicos esperan que proporcione información única sobre el origen de la vida y sobre la formación del sistema solar hace unos 4.500 millones de años.
En 2020, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) logró recuperar restos de asteroides, pero se trató de una cantidad mínima, no mayor que una pequeña cucharada de polvo y rocas.
Ayer, en medio de una gran expectación, la cápsula de la NASA que contiene las muestras de polvo y roca (250 gramos) del asteroide Bennu aterrizó a las 08.52 hora local (14.52 GMT) en el desierto de Utah (Estados Unidos), poniendo fin a un viaje de siete años.
Hoy hemos conocido que Brian May, el legendario guitarrista de Queen, ha tenido un papel importante en la misión. May estudió física en el Imperial College de Londres a finales de los años 1960. En 1971 comenzó a trabajar en un doctorado en astrofísica que finalmente terminó en 2007. Ahora, ha utilizado su experiencia en estereoscopía para ayudar a la NASA.
La estereoscopía incluye tomar dos fotografías desde diferentes ángulos, que luego se pueden juntar para formar una escena en 3D. May utilizó esto para crear imágenes estereoscópicas a partir de los datos de la nave espacial que permitieron al líder de la misión, Dante Lauretta, y al equipo localizar un lugar seguro para aterrizar y recoger una muestra.
En declaraciones a la BBC, el músico afirmó: "Siempre digo que se necesita arte además de ciencia". Y continuó añadiendo: “Es como algo artístico. Es necesario palpar el terreno para saber si es probable que la nave espacial se caiga o si chocara contra esa 'roca de la fatalidad' que estaba justo en el borde del lugar finalmente elegido, llamado Nightingale. Si eso hubiera sucedido, habría sido desastroso. Había mil millones de dólares del dinero de los contribuyentes estadounidenses en juego”.
May ha declarado sentirse orgulloso de formar parte del equipo que recolectó la muestra del asteroide Bennu y se disculpó por no poder estar presente en la tan importante ocasión: "Estoy inmensamente orgulloso de ser miembro del equipo de OSIRIS-REx. Desearía poder estar con ustedes hoy, pero no puedo porque estoy ensayando para una gira de Queen. Mi corazón está ahí con ustedes mientras se recupera esta preciosa muestra. Felicitaciones a todos los que trabajaron tan increíblemente duro en esta misión”, dijo a NASA TV
Con la llegada a la Tierra de la cápsula, se pone fin a una aventura que comenzó en 2016. Ahora, los científicos de la NASA se llevarán la cápsula a una sala hermética, libre de cualquier otra molécula, en una base militar cercana, asegurando así que la muestra permanezca libre de contaminación. El valor de la muestra radica en que no está contaminada por otras sustancias, ya que a menudo, los meteoritos contienen información útil para los científicos pero, al llegar a la Tierra, esta ya se ha visto alterada.
Font, article de Ana María de la Morena per a "Los40classic"
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