La DGT ha detectado ya una fuerte demanda en el mercado de los únicos vehículos que pueden circular sin etiqueta con total libertad
Que las Zonas de Bajas Emisiones son un verdadero desastre por la forma en que están planteadas y por cómo se aplican y se gestionan no se le escapa a nadie, ni siquiera al propio Gobierno.
Para empezar, se cimentan sobre un sistema de etiquetas que ya está anticuado y que tiene más trampas que una película de indios.
Muchas trampas
Los fabricantes han sabido leer entre líneas la normativa para lanzar versiones de sus coches microhíbridas y similares que quedan muy beneficiadas en su clasificación, al acceder a la etiqueta Eco e incluso a la Cero pese a sus elevadas emisiones.
Por si todo esto fuera poco la gran mayoría de las 150 ciudades que debían ponerlas en funcionamiento han hecho caso omiso de la normativa y se han declarado en rebeldía, lo que ha provocado que a día de hoy no lleguen a una veintena las que las han activado, pese a que deberían haberlo hecho a principios de este año.
Coches históricos o viejos...
Por si esto fuera poco, la DGT es consciente del agujero que ha creado con los coches históricos, que a día de hoy tienen permitido circular sin límite por las zonas de Bajas Emisiones aunque o tienen etiqueta.
Una verdadera locura si tenemos en cuenta que el único requisito es que los coches tengan más de 30 años, un verdadero coladero que está provocando que ese tipo de automóviles sin etiqueta haya disparado su precio por encima de un 9 % en lo que va de año.
Se ponen a trabajar
Ahora el Gobierno trabaja junto a la DGT y los ayuntamientos para poner coto a este coladero, un verdadero sinsentido que permite que los coches más contaminantes que existen campen a sus anchas, tal y como ocurre.
A día de hoy el Gobierno en funciones está atado de pies y manos, por lo que difícilmente podrá hacer nada hasta el año que viene cuando esté constituido el previsible nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez.
Entonces la nueva Ley de Movilidad seguirá su curso interrumpido en primavera por las elecciones, donde tendrá cabida modificaciones sobra las Zonas de Bajas Emisiones.
Según parece la DGT apuesta por acotar el concepto de vehículo histórico a los coches con más de 30 años, que no tendrían permitido circular por las Zonas de Bajas Emisiones. En paralelo se crearía una categoría de los coches clásicos con más de 50 años, que sí podrían circular.
Otra de las alternativas es limitar el número de entradas anuales a los coches históricos, una solución peregrina y que podría saltarse comprando uno, dos o incluso tres vehículos históricos.
Font, article de Iván Mingo per a "El debate"
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