sábado, 28 de octubre de 2023

Un 'tatuaje' de Jesucristo, identificado en el pie de un individuo africano de hace 1.300 años

 

Las excavaciones en las necrópolis del complejo monástico de Ghazali, en Sudán, sacan a la luz los restos de un individuo que tenía tatuado un crismón y las letras alfa y omega.

El monasterio cristiano de Ghazali, localizado en el valle Wadi Abu Dom, en el desierto de Bayuda, y ocupado entre los siglos VII y XIII, es uno de los yacimientos arqueológicos mejor conservados de Sudán. Investigado entre 2012 y 2018, los arqueólogos de la Universidad de Varsovia han sacado a la luz cuatro necrópolis con varios cientos de tumbas y los restos humanos se están analizando en los laboratorios del Centro Polaco de Arqueología Mediterránea de la Universidad de Varsovia, con el objetivo de determinar los orígenes de esta población y tratar de conocer más sobre cuál fue su forma de vida.

Sin embargo, en análisis bioarqueológico del cadáver de un varón de entre 35 y 50 años que vivió en el sitio en un momento comprendido aproximadamente entre 667 y 774 ha arrojado un sorprendente hallazgoun singular tatuaje religioso medieval. Durante los trabajos de documentación fotográfica de los restos de este individuo masculino sepultado en el cementerio número uno, los investigadores han identificado en su pie derecho un crismón, es decir, un monograma de Cristo formado por las letras griegas X (ji) y P (rho), las dos primeras de su nombre en esta lengua.

El tatuaje, la segunda evidencia de este tipo de práctica en la Nubia de la Edad Media —una región que comprendía partes de los actuales Egipto y Sudán, según se recoge en un comunicado del Centro Polaco de Arqueología Mediterránea, se completa con las también letras griegas alfa y omega, la primera y la última del alfabeto, que representan la creencia cristiana de que Dios es el principio y el fin de todo. El origen del símbolo del crismón se remonta al siglo III d.C., durante el reinado del emperador romano Constantino el Grande.

"Fue toda una sorpresa ver de repente lo que parecía ser un tatuaje cuando estaba trabajando con la colección de restos de Ghazali. Al principio no estaba segura, pero cuando se procesaron las imágenes y el tatuaje se hizo claramente visible, todas las dudas desaparecieron", ha explicado Kari A. Guilbault, la bioarqueóloga que realizó el hallazgo.

Aunque el tatuaje planeta numerosos interrogantes sobre la práctica de la fe en esta región y en esta época, los investigadores ya han planteado algunas hipótesis. Que el crismón se localizase en el pie derecho puede estar relacionado de alguna forma simbólica con los clavos con los que sujetaron a Jesucristo durante su crucifixión.

También emergen preguntas sobre quién era este individuo. Las valoraciones iniciales de los arqueólogos sugieren que podría tratarse de un miembro de las comunidades locales, ya que la necrópolis donde fue enterrado no acogía los restos de los monjes que habitaron el complejo monástico cenobítico, probablemente fundado por un rey llamado Mercurios.

El centro de la vida espiritual del sitio se desarrolló en torno a dos iglesias. La norte, erigida entre 680 y 720, tenía planta basilical y fue decorada con pinturas. En sus paredes se han documentado 137 inscripciones que brindan datos relevantes sobre la vida de los monjes y las visitas. El templo sur era trapezoidal y se hizo con ladrillos de barro. En el yacimiento también han salido a la luz hornos de fundición de hierro e instalaciones para la producción de alimentos, como un molino con silos y una prensa de aceite. El monasterio, que pudo haber albergado a unos 70 religiosos en su momento de mayor esplendor, cayó en desuso en la segunda mitad del siglo XII y se abandonó definitivamente hacia finales de la centuria siguiente.

Font, article de Kari A. Guilbault per a "El Español"

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