La compañía de Elon Musk asegura que ya tiene listo su vehículo espacial, sin embargo, todavía está al pendiente de la aprobación para el segundo vuelo por parte de la FAA de Estados Unidos.
El megacohete Starship es el más esperado de la marca SpaceX. No solo por el tiempo que llevan desde que comenzaron a hablar del mismo (en 2005, bajo el nombre de BFR), sino porque será el lanzador más grande y potente y, encima, será 100% reutilizable. Además, se espera que sea el vehículo que consiga llevar al ser humano de vuelta a la Luna (con Artemis, una misión de la NASA en la que España participa) y que también se utilice para ir a Marte.
Starship realiza otra prueba con éxito
El sistema de lanzamiento y nave espacial completamente reutilizable Starship/Super Heavy han sido cargados hoy de madrugada con más de 10 millones de libras (unos 4,5 millones de kilos) de propulsor. Se trata de un ensayo de carga similar al que se produce en un vuelo real que pone a prueba al vehículo espacial antes de su despegue.
Tras este test que ha salido bien, SpaceX afirma que el cohete "está listo para el segundo vuelo de prueba de un Starship totalmente integrado". Sin embargo, reconocen que todavía está "pendiente de aprobación regulatoria", por lo que Federal Aviation Administration (FAA) será quien realmente determine si está preparado o no.
El primer vuelo de Starship
El siguiente lanzamiento de Starship será el segundo que realice la firma aeroespacial. Antes, el 20 de abril, ya lo intentaron con un éxito parcial. La compañía logró que el cohete despegase con éxito, sin embargo, algunos de sus 33 motores Raptor no se encendieron y a los pocos minutos comenzó a dar vueltas sobre su eje hasta que explotó.
El CEO de la marca catalogó al lanzamiento de "emocionante" y quitó importancia a la explosión asegurando que permitía al equipo seguir aprendiendo para mejorar Starship. Rápidamente, los ingenieros de SpaceX se pusieron manos a la obra en pocos meses realizaron "más de 1.000 cambios" para evitar que los fallos del primer vuelo volviesen a ocurrir en el segundo.
Otro problema del fabricante de tecnología espacial fue que la plataforma de lanzamiento en Boca Chica (Texas, EEUU) no estaba lista para soportar la potencia del megacohete. Su despegue ocasionó un destrozo en la plataforma y generó escombros y dejó trozos de cemento en sus inmediaciones. Esto también lo han resuelto.
Font, article de Raquel Holgado per a "20 minutos"
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