La ciencia ha respaldado en numerosas ocasiones que el café es una forma sencilla y placentera de mejorar la salud. Y es que, más allá de su inconfundible sabor y aroma, está demostrado que su consumo se asocia con menos mortalidad general, menos riesgo de problemas metabólicos, de cáncer, de trastornos neurodegenerativos e incluso de riesgo cardiovascular.
El problema, que para muchos es una virtud, es que contiene cafeína y no todo el mundo la tolera bien o tiene una buena relación con ella ya que, como buen estimulante, muy apreciado en el ámbito deportivo por la mejora del rendimiento y su efecto en la musculatura, en altas cantidades puede interferir con el descanso y elevar la ansiedad.
La buena noticia es que el consumo de café descafeinado ha demostrado que también aporta beneficios similares al, digamos, normal, si bien no en la misma proporción y evidentemente sacando de la ecuación los asociados a la cafeína.
Una buena noticia si tenemos en cuenta que en España se consumen cada día aproximadamente 66 millones de tazas de café, lo que significa que, según datos de la Asociación Española del Café (AECafé), cada ciudadano consume, de media, unos 3,81 kilos de café al año, o lo que es lo mismo, más de 500 tazas de café.
El café que todos tenemos en casa
Ahora bien, dentro de ese consumo hay que incluir también el de café soluble -España es el segundo mayor fabricante en Europa- por lo que es razonable cuestionarse hasta qué punto este tipo de café, muy presente en una gran cantidad de hogares españoles y en el canal Horeca, es beneficioso.
“Puede ser una opción válida, pero la calidad del café soluble va a depender de la calidad del café de origen. Si hablamos de estudios, hay varios recientes que he revisado, en el que se comparan los efectos del café normal, descafeinado y soluble y los tres se asocian con menos riesgo de mortalidad, aunque el café normal molido es el que muestra mayor beneficio”, asegura Marcos Vázquez en referencia a un trabajo publicado en European Journal of Preventive Cardiology.
Además, este experto en fitness, divulgador de temas relacionados con la nutrición y salud, y creador de Fitness Revolucionario, alerta en base a otro estudio, esta vez publicado en Annals of Internal Medicine, que la forma en la que se toma el café también influye y “el exceso de azúcar también neutraliza los efectos del café”.
“En este estudio se vio por ejemplo que la máxima reducción de mortalidad con café normal era del 17% respecto al 12% con el café instantáneo. Algo que está en la línea del trabajo anterior: se observan beneficios, pero menos”, añade el experto, aunque asegura que no están del todo claros los motivos de estas diferencias.
Aspectos relacionados con el nivel socioeconómico de los consumidores, la calidad del café empleado para hacerlo soluble o que fruto del proceso pierda propiedades antioxidantes. “Pero en resumen, a partir de la evidencia que tenemos, podemos decir que el café soluble o instantáneo, tanto cafeinado como descafeinado, aporta beneficios a la salud, pero seguramente menores a las versiones menos procesadas”, concluye Marcos Vázquez.
Font, article de Álvaro Piqueras per a "Men's Healt"
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