Garantizar la movilidad sostenible es uno de los grandes objetivos del ser humano a nivel global y el hidrógeno parecía tener muchos ‘pros’ para ser el combustible más buscado para dejar de lado a los combustibles fósiles. Otro de los vehículos más comentados en los últimos tiempos son los eléctricos, que están ganando terreno rápidamente.
Sin embargo, todavía están lejos de ser opciones tan cotidianas como la gasolina y el diésel, razón por la que siguen apareciendo nuevas opciones en el mercado.
El motor de agua sorprende y desplaza al hidrógeno
Además del uso habitual que se le da al hidrógeno, algunos fabricantes de motores se encuentran analizando la posibilidad de quemar el hidrógeno con motores de combustión. Este funcionamiento es más ineficiente, pero conserva gran parte de la esencia de este los propulsores, con un tacto similar y un sonido de motor que se parece al de la gasolina.
Este concepto llega de la mano del primer motor de hidrógeno europeo con un truco que no habíamos visto hasta ahora: inyectar agua. Es verdad que sigue utilizando H como los modelos actuales, pero con una perspectiva diferente y prometedora. Una proeza que viene de la mano de los ingenieros de AVL Racetech, expertos en el desarrollo de tecnologías para competición y proveedores de equipos desde Fórmula 1 hasta la NASCAR.
Han anunciado en su página web el logro de su modelo de combustión de dos litros turboalimentado que desarrolla 410 CV de potencia a 6.500 rpm y que entrega un par motor de 500 Nm entre 3.000 y 4.000 rpm. Estas cifras se reconocen en motores turboalimentados de gasolina de potencia similar, que hasta ahora estaban situados por encima de los propulsores que quemaban hidrógeno.
Funcionamiento del motor de agua
Para alcanzar estos datos, advierten que es importante inyectar agua caliente en el sistema de admisión. Con unos inyectores, pulverizan agua en el colector de aire de admisión, un método que asegura un sistema más homogéneo del hidrógeno y evita autoencendidos prematuros o detonaciones que puedan terminar con la vida útil del motor.
El objetivo final es que este modelo trabaje con mayor presión en la cámara de combustión enfriando el aire que llega desde el turbo. En la actualidad, los motores de combustión de H funcionan con grandes cantidades de aire cliente que empobrecen la mezcla, algo que cambiará con este método de inyección de agua.
El plan ahora es sacar el motor de combustión de hidrógeno de los bancos de pruebas y ver su evolución en competición. Esta etapa será clave para demostrar la fiabilidad del sistema y ver si realmente es viable o no para su producción a gran escala.
La compañía acuña que es una opción interesante a la pila de combustible porque permite transformar los motores de combustión de gasolina a hidrógeno, sin suponer grandes costes añadidos.
El modelo de agua se ha probado antes, pero ahora podría ser diferente
Este tipo de motor no es nuevo. Otras marcas como BMW trataron de implementarlo. En su caso, pulverizaron agua en el colector para disminuir la temperatura del aire que llegaba a la cámara de combustión. Con esta forma de trabajar conseguían controlar los autoencendidos prematuros ocasionados por una temperatura excesiva.
El motor de agua podría tener una segunda oportunidad y encontrar su lugar en el mercado. Para lograrlo tendrá que competir con otras opciones populares como el modelo one-stroke.
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