España es uno de los países europeos en el que se venden menos vehículos eléctricos. En 2023, se entregaron 51.614 ejemplares de esta tecnología, que si bien supone un aumento del 33,05% respecto al año anterior, solo representan el 5,4% de las matriculaciones totales, según datos facilitados por la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Europa (ACEA). De acuerdo con diversas encuestas entre consumidores, hay tres factores principales que frenan la penetración del coche eléctrico en España: el precio, la autonomía y la disponibilidad de una red de recarga pública adecuada.
Por el contrario, su mayor eficiencia energética, el nivel de emisiones y el mantenimiento son aspectos que los usuarios deberían tener en cuenta, según indican diversos estudios y análisis. Estos factores no solo influyen en la decisión de compra, sino que también pueden tener un impacto significativo en los costos a largo plazo y en la sostenibilidad del transporte.
Ahora bien, ¿realmente un coche eléctrico es más barato de mantener que uno de combustión interna? Para resolver las dudas, nos hemos puesto en contacto con Javier Sendín, de Talleres Cardiocar de Salamanca, que recientemente ha sido elegido mejor mecánico de España de 2023 en el concurso convocado por el sitio web ‘La Comunidad del Taller Oficial’. Este profesional, que tras imponerse a más de 1.000 aspirantes recoge el testigo de Joel Becerra, ganador de la pasada edición, nos ofrece su visión experta sobre este tema que los consumidores deberían tener en cuenta.
“El mantenimiento de un coche eléctrico suele ser más sencillo y económico en comparación con uno de combustión interna”, afirma Javier Sendín
“El mantenimiento de un coche eléctrico suele ser más sencillo y económico en comparación con uno de combustión interna”, asegura Javier Sendín, con rotundidad. “Los motores eléctricos tienen menos piezas móviles y no requieren cambios de aceite ni ajustes de sistemas de escape o transmisión. También destaca que las pastillas de freno tienden a durar más en los coches eléctricos debido al frenado regenerativo que reduce el desgaste de los frenos convencionales.
Sin embargo, remarca que es importante realizar un mantenimiento regular para garantizar el buen funcionamiento de la batería y otros componentes eléctricos del vehículo. Además, aunque los coches eléctricos tienen un mantenimiento más sencillo, comparten algunos componentes con los coches de motores tradicionales, como los frenos, los neumáticos, la suspensión y los sistemas de dirección. “Estos elementos requieren un mantenimiento similar al de los vehículos de combustión interna”, subraya el mecánico de Cardiocar.
La batería no solo es el componente más caro de un coche eléctrico si no también el más sensible
Javier Sendín destaca, asimismo, otros dos aspectos releventes del mantenimiento de los coches eléctricos: los sistemas de refrigeración, que no solo sirven para refrigerar el motor sino también para las baterías, y las actualizaciones de software. Sobre esto último, resalta la importancia de mantener las últimas actualizaciones para corregir defectos y garantizar un funcionamiento óptimo del vehículo. “A medida que el fabricante va produciendo coches se va dando cuenta de los defectos que tiene y hay que hacerle una serie de cargas para mantener la última actualización y corregir los fallos”.
Según el mejor mecánico de España, el mantenimiento de un coche eléctrico y uno de combustión interna varía en términos de periodicidad. Mientras que en un coche de gasolina o diésel se suele seguir un baremo estándar de mantenimiento basado en kilómetros recorridos, en los coches eléctricos no hay un criterio unificado. “Cada año o cada dos años es necesario realizar un mantenimiento en un coche eléctrico, aunque esto puede variar según el fabricante y el modelo. Por otro lado, en un coche térmico, el mantenimiento se realiza generalmente cada cierto número de kilómetros o según las indicaciones del fabricante, que suelen ser cada 10.000 o 15.000 kilómetros”.
A la hora de cuantificar el costo de mantenimiento de un vehículo eléctrico, se observan diferencias significativas en comparación con los vehículos de combustión interna. Sendín señala que, en general, el mantenimiento de un coche utilitario durante 5 años puede costar alrededor de 2.000 euros, mientras que en un vehículo ecológico el gasto suele ser inferior. No obstante, hay que considerar otros detalles. “La batería de un coche eléctrico se va deteriorando cada año y es el componente más caro del vehículo. Para poner un ejemplo, la batería de un modelo básico, como el Renault Zoe, se va a los 6.000 euros”.
Precisamente, este último componente es que el que suele generar mayores preocupaciones en cuanto a costos de mantenimiento, teniendo en cuenta que, según Sendín, cada año una batería estándar pierde entre el 2 y el 5% de capacidad de carga, incluso si el coche realiza pocos kilómetros. Este aspecto contrasta con los vehículos de combustión interna, ya que, como señala el mecánico de Cardiocar, “un coche térmico, aunque lo dejes en el garaje y solo hagas con él 2.000 kilómetros al año, al cabo de cinco años sigue estando igual”.
Font, article de Martí Figueras per a "La Vanguardia"
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