domingo, 1 de octubre de 2023

Trabajando más allá de los 67 años: Alemania ha roto su sistema de pensiones y es un anticipo para Europa

 


Un jubilado alemán cobra de media el 52% de su último salario, frente al 80% que cobra un jubilado español.


Sumar una mayor esperanza de vida con un escenario demográfico de pirámide invertida y un contexto inflacionista deja un panorama muy poco prometedor para quienes van a jubilarse en breve.

Alemania es una de las economías más sólidas de la zona euro y, sin embargo, sus jubilados llevan años sufriendo las consecuencias de un sistema de pensiones insostenible. Los jubilados alemanes no consiguen llegar a fin de mes con sus pensiones y deben buscarse un empleo para complementarlas.

Jubilarse más tarde y con menos pensión. Jubilarse en el país germano cada vez está más ligado a situaciones de pobreza. La edad de jubilación en Alemania es de 67 años con 45 años cotizados y cuenta con una tasa de reemplazo de las pensiones del 52,8% (indicador que relaciona el último salario con lo que se cobra de prestación). Es decir, que un jubilado alemán cobrará una pensión de aproximadamente la mitad de su último salario. Lo que les deja en una situación económica muy delicada.

Según datos del Seguro de Pensiones Alemán (DRV) de 2021, la pensión de jubilación media se situaba en una media de 1.022 euros brutos anuales, aunque recientemente se ha aplicado un incremento del 4,39% al 5,86% según el estado.

Si lo comparamos con la situación de un jubilado en España, la edad de jubilación legal en 2023 es de 66 años y 4 meses tras haber cotizado 37 años y 9 meses con una prestación media de 1.375 euros que supone una tasa de reemplazo que supera el 80% de su último salario.

Más de 1 millón de jubilados que no pueden dejar de trabajar. Según datos publicados por el medio alemán RND, en 2023 hay 1.123.000 personas en activo con más de 67 años de edad que ya podrían haber solicitado la jubilación legal que en ese país es de 67 años. De esos empleados, 251.000 están sujetos a cotizaciones de la seguridad social. Es decir, están desarrollando una actividad laboral completa como podría hacer cualquier empleado más joven.

Los 872.000 empleados restantes son trabajadores a tiempo parcial en los llamados minijobs. “Cada vez más personas mayores de 67 años tienen que trabajar, lo cual es un hecho triste y un síntoma de un sistema de pensiones fallido”, afirmó el representante del partido de izquierda Die Linke, Sören Pellmann.

Minijobs que precarizan la mano de obra. Desde hace dos décadas, una media de 800.000 personas con edad suficiente para estar jubilados se ven obligados a trabajar en uno o varios de los llamados minijobs. Unos 120.000 de ellos tienen más de 75 años. Los minijobs son trabajos de media jornada o menos por los que los jubilados en activo pueden obtener un salario máximo de 520 euros por trabajar hasta 43,5 horas al mes.

Gran parte de estos minijobs se circunscriben al sector de la hostelería, donde contribuyen a la precarización de los salarios de los más jóvenes ya que, al ser un complemento para la jubilación, estos trabajos por tiempo parcial no cotizan a la Seguridad social y tienen algunas bonificaciones. Este es uno de los puntos diferenciales con España, que se sitúa como uno de los países de la Unión Europea con menor porcentaje de jubilados que apuesta por la modalidad de jubilación activa que le permite trabajar después de haberse jubilado.

Escasez de mano de obra especializada. Uno de los problemas más acuciantes para las empresas de toda Europa en 2023 está siendo la escasez de mano de cualificada. Se estima que Alemania tiene unos 775.000 puestos vacantes para mano de obra especializada que no puede cubrir.

Christian Duerr portavoz del partido FDP, declaraba en 2022: “La escasez de trabajadores se ha vuelto tan grave que está desacelerando dramáticamente nuestra economía. Solo podemos controlar el problema del envejecimiento de la fuerza laboral con una política de inmigración moderna. Tenemos que alcanzar la marca de 400.000 trabajadores cualificados del extranjero lo más rápido posible”.

El problema de la falta de mano de obra cualificada y de relevo generacional alcanza un nivel en Alemania, que algunas empresas han echado mano de la experiencia de algunos de sus antiguos empleados ya jubilados y les han ofrecido volver a sus antiguos puestos a la espera de encontrar un relevo generacional procedente de otros países.

Font, article de Rubén Andrés per a "Xakata"

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