domingo, 17 de septiembre de 2023

La NASA nombra un director de investigación sobre ovnis ante “uno de los mayores misterios de nuestro planeta”

 

Los expertos en fenómenos anómalos no identificados de la agencia espacial lamentan que no haya todavía datos para llegar a conclusiones científicas.



La conclusión es que no hay conclusiones. El equipo de expertos independientes nombrados por la NASA para analizar los ovnis o, en sentido más amplio, los fenómenos anómalos no identificados (FANI), ha presentado este jueves en la sede de la agencia espacial en Washington el estudio que ha llevado a cabo durante varios meses. No hay revelaciones extraordinarias. “A pesar de los numerosos testimonios e imágenes, la ausencia de observaciones consistentes, detalladas y contrastadas significa que actualmente no tenemos datos necesarios para llegar a conclusiones científicas definitivas sobre los FANI”, dice el informe, que no encuentra prueba alguna de su origen extraterrestre.

“Son uno de los mayores misterios de nuestro planeta. En todo el mundo se han observado objetos en nuestros cielos que no pueden identificarse como globos, aviones o fenómenos naturales conocidos, pero las observaciones de alta calidad son limitadas. La naturaleza de la ciencia es explorar lo desconocido, y los datos son el lenguaje que utilizan los científicos para descubrir los secretos de nuestro universo”, añade.

“Hay una fascinación global con los fenómenos aéreos no identificados”, ha reconocido el administrador de la NASA, Bill Nelson, en el acto de presentación del informe este jueves, ante una treintena de periodistas. “En mis viajes, una de las primeras preguntas que me hacen a menudo es sobre estos avistamientos. Y gran parte de esa fascinación se debe a su naturaleza desconocida. La mayoría de los avistamientos de FANI dan lugar a datos muy limitados. Eso hace aún más difícil sacar conclusiones científicas sobre su naturaleza”, ha continuado. “El equipo de estudio independiente de la NASA no encontró ninguna prueba de que los FANI tengan un origen extraterrestre, pero no sabemos qué son”. La opinión personal de Nelson, ha admitido, es que en los miles de millones de galaxias con miles de millones de estrellas debe haber vida más allá de la Tierra.

“Extraterrestre” aparece una docena de veces en el informe, pero casi siempre para restar fuerza a esa hipótesis. “En este momento no hay motivos para concluir que los informes existentes sobre FANI tengan un origen extraterrestre”, se dice en una de las ocasiones. “Hasta la fecha, en la literatura científica revisada por pares, no hay pruebas concluyentes que sugieran un origen extraterrestre”, añade el informe. “El problema es que a menudo no existen los datos necesarios para explicar estos avistamientos anómalos; esto incluye los informes de testigos presenciales, que por sí solos pueden ser interesantes y convincentes, pero no son reproducibles y suelen carecer de la información necesaria para sacar conclusiones definitivas sobre la procedencia de un fenómeno”, se desarrolla en otro punto. Tampoco se descarta absolutamente esa posibilidad.

Nuevo director de ovnis

Siguiendo una de las recomendaciones del informe, la NASA ha decidido nombrar un director de investigación de fenómenos anómalos que desarrollará y supervisará la implementación de la visión científica de la NASA en el estudio de los fenómenos anómalos. Trabajará en coordinación con otras agencias del Gobierno y usará herramientas de inteligencia artificial y aprendizaje automático. “La NASA hará este trabajo de forma transparente en beneficio de la humanidad”, ha asegurado Nelson. Al margen de su interés científico, los fenómenos anómalos no identificados son de interés tanto para la seguridad nacional como para la seguridad aérea.

“La NASA busca lo desconocido en el aire y en el espacio. Está en nuestro ADN”, ha dicho Nelson al presentar el informe. “Buscamos señales de vida, en el pasado y en el presente. Y está en nuestro ADN explorar y preguntarnos por qué las cosas son como son”, ha seguido, explicando que con el encargo del estudio quería, primero, examinar cómo la NASA puede utilizar sus conocimientos e instrumentos para estudiar los FANI desde una perspectiva científica. Segundo, para “cambiar la conversación sobre los FANI, del sensacionalismo a la ciencia” Y, tercero, para compartir con transparencia sus hallazgos.

La creación del equipo independiente era la primera medida concreta de la NASA para examinar seriamente los fenómenos no identificados. El nombramiento de un nuevo responsable de investigación de esos fenómenos es otra decisión en el mismo sentido, aprovechando los recursos de la agencia. Inicialmente, pese a sus promesas de transparencia, la NASA había decidido mantener en secreto la identidad del designado. Había alegado que algunos de los miembros del equipo de expertos habían sufrido acoso en las redes y acusaciones de estar ocultando sus descubrimientos.

Horas después, sin embargo, la NASA ha dicho a través de un comunicado que el nuevo director de investigación de ovnis es Mark McInerney. McInerney ha sido enlace de la NASA con el Departamento de Defensa, encargándose de las actividades sobre FANI para la agencia. Desde 1996, ha desempeñado diversos cargos en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland; la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica; y el Centro Nacional de Huracanes.

Como director, centralizará las comunicaciones, los recursos y las capacidades de análisis de datos para establecer una base de datos robusta para la evaluación de futuros fenómenos anómalos. También aprovechará la experiencia de la NASA en inteligencia artificial, aprendizaje automático y herramientas de observación en el espacio.

“Aunque la flota de satélites de observación de la Tierra de la NASA carece normalmente de la resolución espacial necesaria para detectar objetos relativamente pequeños como los FANI, sus sensores de última generación pueden usarse directamente para sondear el estado de las condiciones terrestres, oceánicas y atmosféricas locales que coinciden espacial y temporalmente con los FANI detectados inicialmente por otros métodos. Así, los activos de la NASA pueden desempeñar un papel vital, determinando directamente si factores medioambientales específicos están asociados a determinados comportamientos o sucesos de FANI”, desarrolla el informe.

Este trabajo no es en puridad una revisión de los fenómenos detectados, sino más bien una aproximación metodológica, sobre qué es necesario para conocer mejor en el futuro la naturaleza de estos fenómenos. La NASA seleccionó a 16 personas para participar en el estudio, que partía con un lastre adicional: se centraba solo en la información no clasificada como secreta o confidencial.

“Con la creación de este equipo de estudio independiente, la NASA ha obtenido importantes perspectivas externas de los principales expertos de nuestro país sobre cómo podemos utilizar nuestros recursos para avanzar en el estudio de los datos de los FANI y explorar lo desconocido en el aire y el espacio en beneficio de todos”, ha dicho Nicola Fox, administradora adjunta de la NASA.

El equipo estaba formado por nueve hombres y siete mujeres, incluyendo “algunos de los principales científicos del mundo, profesionales de los datos y la inteligencia artificial, y expertos en seguridad aeroespacial”, según la agencia. Lo ha encabezado David Spergel, presidente de la Fundación Simons, donde fue el director fundador de su Instituto Flatiron de Astrofísica Computacional. Sus intereses abarcan desde la búsqueda de planetas y estrellas cercanas hasta la forma del universo. Ha medido la edad, la forma y la composición del universo y ha desempeñado un papel clave en el establecimiento del modelo estándar de la cosmología. Becario MacArthur Genius, ha sido citado en publicaciones más de 100.000 veces.

Spergel ha insistido en la importancia de los datos en la aproximación científica a los fenómenos y en el hecho de que los que hay disponibles no son concluyentes. El informe recomienda documentar los fenómenos con la metodología apropiada, combatir el estigma que en ocasiones se asocia a los avistamientos y avanzar en el conocimiento desde la perspectiva científica.

Aunque no está relacionado con este nuevo estudio, la NASA tiene un programa activo de astrobiología que se centra en los orígenes, la evolución y la distribución de la vida más allá de la Tierra. Desde el estudio del agua en Marte hasta el sondeo de prometedores “mundos oceánicos”, como Titán y Europa, las misiones científicas de la NASA colaboran con el objetivo de encontrar signos de vida más allá de la Tierra.

Font, article de Miguel Jiménez per a "El país"

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