Un consorcio liderado por la aeronáutica ITP Aero trabaja en el desarrollo de las aeronaves de nueva generación
El proceso de descarbonización para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero también ha llegado de pleno a la industria aeronáutica. Aunque la aviación representa apenas el 3% de las emisiones totales de dióxido de carbono, las empresas del sector llevan tiempo preparándose para adaptarse al nuevo escenario de cero emisiones que la Unión Europea ha fijado para alcanzar en 2050.
La búsqueda de alternativas a los combustibles fósiles se ha convertido en uno de los mayores retos de la industria aeronáutica. Para cumplir los objetivos comunitarios la aviación comercial está experimentando con nuevas tecnologías. En este contexto, las aeronaves movidas por motores de hidrógeno aparecen en un horizonte que puede estar mucho más cerca de lo que parece, a tenor de los ensayos que ya han tenido lugar con vuelos experimentales de corto recorrido en diferentes partes del mundo.
conservación y el volumen del hidrógeno son dos de los grandes retos que plantea el proyecto
Para llevar a cabo este innovador proyecto, el consorcio trabaja en cuatro grandes líneas de investigación, entre las cuales destaca la modificación de un motor ya existente para que pueda operar con una mezcla de gas natural e hidrógeno. Posteriormente lo hará exclusivamente con hidrógeno. Uno de los mayores retos que el equipo de trabajo deberá superar es la transformación del hidrógeno líquido en gaseoso y la regularización de su uso en turbinas de gas.
El reto del hidrógeno
“El hidrógeno nos plantea varios desafíos tecnológicos. Por ejemplo, hace falta almacenarlo a temperaturas criogénicas (-250 grados), su conversión de estado líquido a gaseoso, o la dinámica de combustión del hidrógeno, que difiere totalmente de la del queroseno. Por lo tanto, es necesario sentar las bases tecnológicas que nos permitan caracterizar todos esos procesos”, remarca Fernández Castañeda.
Otro de los grandes retos que conlleva la utilización del hidrógeno como fuente de alimentación es el gran volumen que ocupa. “Ocupa cuatro veces más espacio y pesa tres veces menos que el queroseno, y además hay que almacenarlo en estado líquido a menos 250 grados bajo cero. Esto hace que no se pueda almacenar en las alas del avión, como hacemos hoy en día con el queroseno”.
Apunta, además, que será necesario desarrollar una tecnología para que el hidrógeno en estado líquido pase a estado gaseoso, lo que según el dirigente de ITP Aero se traducirá en cambios estéticos en el pasillo de los pasajeros para instalar el depósito con hidrógeno. “La arquitectura del avión cambiará, pero sus prestaciones en cuanto a confort y velocidad, serán muy parecidas.
El investigador no contempla, sin embargo, que al ser el hidrógeno una sustancia más inflamable que el queroseno, resulte más peligroso volar con los aviones en el futuro por el riesgo de incendio. “En absoluto. Todos estos procesos se someten a rigurosos controles para alcanzar los más altos estándares de seguridad”.
El director de Desarrollo de Tecnología de ITP Aero considera que el mantenimiento de los motores de hidrógeno será similar a los actuales, aunque admite que, a día de hoy, producir hidrógeno y su uso como combustible, sale más caro que la producción y uso de combustibles fósiles por el proceso de obtención basado en energías renovables. “No obstante, a medida que las tecnologías para la producción y uso de hidrógeno como vector energético vayan escalando en volumen, la propia economía de escala hará que su precio vaya progresivamente reduciéndose”.
Font, extractes de l'article de Martí Figueras para ,"La Vanguardia".
NOTA D'ENRIC :
S'està en estudi i cada día més avançat el poder ussar l'hidroguèn verd en els automòvils una vegada es superen els entrebancs assenyalats en este article.
Segons els experts Espanya serà la primera potència d'Europa i una de les primeres potències mundials en producció d'este tipus de combustible, pel que el futur es nostre.
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