domingo, 1 de septiembre de 2024

Toyota prepara la primera revolución después del hidrógeno: este motor no usa combustible, y se coloca aquí

 


Toyota
 está preparando su primera gran revolución después del hidrógeno con un motor que no utiliza combustible. Mientras existen algunos combustibles con los que la compañía no se involucra, como es el caso del amoníaco, hay otros a los que no puede decir que no, como el hidrógeno. La firma japonesa apuesta fuertemente por el uso del hidrógeno. Un claro ejemplo de su compromiso es la pieza Toyota Mirai FCEV, un vehículo eléctrico que funciona en base a hidrógeno y solo produce agua como subproducto.

Mientras el mundo busca nuevas formas de descarbonizar el sector del transporte, la empresa nipona parece tener claro cuál es el camino a seguir. Es más, la palabra Mirai significa “futuro” en japonés. Fue en 1992 cuando la marca comenzó su investigación e inició su trabajo con celdas de combustible, aunque el Mirai no llegó al ojo de sus clientes hasta 2014. En 2021, apareció la ansiada segunda generación con la nueva tecnología Fuel Cell.

Toyota ya ha llevado su tecnología también a camiones y otros vehículos de transporte pesado y larga distancia. La empresa apuesta por la variedad tecnológica mirando de cerca varias alternativas a los contaminantes combustibles fósiles. Así es como llega hasta nuestros días un motor que no usa combustible con el sello de Toyota.

Lo nunca visto: Toyota saca un motor sin combustible que se coloca en un lugar particular

La compañía ha patentado unos motores eléctricos integrados en las ruedas con un revolucionario sistema de engranajes. La solicitud de patente tiene fecha de julio y describe un diseño innovador para los engranajes de transmisión. La entidad está decidida en su apuesta por el vehículo eléctrico y quiere hacer con el uso de tecnologías innovadores.

Eso es lo que ha quedado demostrado en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO), con una descripción de un motor integrado en la propia rueda del coche. Una idea que no es nueva, pero a la que se le agrega un sistema innovador. La solicitud de patente fue presentada en octubre del año pasado y publicada por la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos a finales del pasado mes de julio.

Un proceso de espera largo que ha tenido como resultado la confirmación de lo que promete ser un proyecto revolucionario. La patente detalla un diseño único para la transmisión del conjunto propulsor, con un método que hace uso de dos engranajes helicoidales y rodamientos/cojinetes de empuje que consienten que la transmisión soporte mayores cargas axiales sin incrementar significativamente el peso.

Disminuir el peso de un vehículo es prioritario, por lo que menos masa representa un consumo menor, una mejora dinámica de conducción y una distancia menor para la frenada, entre otras cosas. Sin embargo, en el caso de los motores que van integrados a las ruedas este aspecto es todavía más importante, puesto que es un sistema complejo y pesado por naturaleza que agrega masa no suspendida.

Toyota se arriesga con un innovador motor sin combustible

Bajar el peso de la caja de engranajes contribuye a disminuir la masa no suspendida, uno de los retos principales de este tipo de tecnología. La masa no suspendida hace referencia a la masa de piezas y componentes que no se soportan por la suspensión, como los motores eléctricos, lo que termina afectando a la conducción del vehículo.

Esta tecnología de Toyota es un avance significativo hacia la llegada de vehículos eléctricos más eficientes, aunque todavía debe seguir investigándose este campo para evitar determinados desafíos técnicos. Por ahora, “es pronto para centrarse solo en el coche eléctrico”, según acotó la compañía en 2021.

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