lunes, 16 de septiembre de 2024

Elon Musk podría estar en problemas: este cohete chino ha completado un vuelo con aterrizaje vertical

 

Imagen del cohete de prueba reutilizable Zhuque-3.
XINHUA vía Europa Press

El dueño de SpaceX tiene cada vez más competencia en el sector aeroespacial y en su misión, casi ya personal, de conseguir cohetes y naves espaciales reutilizables. Un buen ejemplo de ello es el vehículo chino Zhuque-3


SpaceX, la empresa aeroespacial de Elon Musk, es probablemente el nombre que más resuena en el sector. Gracias a esta compañía se ha demostrado que sí es posible reutilizar partes de los vehículos que se lanzan a la órbita terrestre. Sin embargo, este gigante tecnológico todavía sigue peleándose por cumplir con uno de sus principales objetivos: hacer reusables las naves.

En este terreno, su Starship avanza lenta, pero segura. El problema es que Musk no es el único que está invierto cientos de horas —y dólares— para lograr semejante hazaña. Sin ir más lejos, en España tenemos nuestro propio proyecto de cohete reutilizable gracias a la empresa PLD Space y su Miura.

Aunque en esta ocasión ha sido una startup al otro lado del mundo la que ha conseguido atraer todas las miradas.

China lleva tiempo investigando sobre la reusabilidad de los vehículos espaciales. Este miércoles, el cohete Zhuque-3, fabricado en el país asiático, completó con éxito una prueba que incluyó despegue, apagado del motor, planeo sin potencia, reinicio del motor en vuelo y aterrizaje suave.

Este hito tecnológico representa un avance importante en el sector de la exploración espacial y posiciona a China como uno de los líderes en el desarrollo de cohetes reutilizables.

Una imponente nave espacial de casi 20 metros

Zhuque-3 es un cohete de prueba de una sola etapa a base de metano y oxígeno líquido. Tiene un diámetro de 3,35 metros, alcanza una longitud de 18,3 metros y mueve una masa de despegue de aproximadamente 68 toneladas. Su cuerpo es de acero inoxidable de alta resistencia y está equipado con tres juegos de patas de amortiguación para el aterrizaje.

Durante la prueba, el cohete ascendió hasta los 10 kilómetros de altitud, cumpliendo así las expectativas de vuelo de la empresa responsable de su desarrollo.

El vuelo incluyó diversas fases críticas que demostraron la capacidad del cohete para apagar y reanudar su motor en pleno vuelo, una particularidad a destacar que no todos los cohetes reutilizables poseen ni han logrado hasta la fecha.

Font, article de Marta Gascón per a "20 minutos"


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