Tesla es consciente de la evolución vertiginosa de la tecnología de los eléctricos
La irrupción de los coches eléctricos está creando problemas funcionales importantes tanto a los fabricantes como a sus propietarios.
Hasta ahora el ciclo de vida de los automóviles marcado por los fabricantes va de los 5 a los 8 años, en función de las ventas y del comportamiento del mercado, con una actualización o restyling a mitad de la vida comercial.
Se desploman
Este momento se aprovecha para pulir detalles del coche y para una puesta al día en materia de motores y equipamiento e incluso se introducen nuevas tecnologías.
Estos cambios se llevan siempre con el mayor de los sigilos, pues los fabricantes no quieren ni oír hablar de renovaciones de sus coches mientras están a la venta la actual generación.
El error de Osborne
En 1983 Adam Osborne cometió el error de hablar de las nuevas generaciones de sus ordenadores personales el día que lanzaba el modelo 1, un error gravísimo que le costaría la quiebra años después.
El mundo del coche eléctrico ha sido golpeado de lleno por este fenómeno, pues los fabricantes están evolucionando sus vehículos eléctricos a diario, lo que provoca que los compradores tengan la sensación de no haber adquirido lo último y además sienten que su coche se va a quedar viejo en breve.
Coches desactualizados
Por un lado están las actualizaciones de software, que afortunadamente afectan a todos los coches ya vendidos a no ser que estén ya muy antiguos, y les permiten mantenerse al día en funcionamiento.
Pero lo que es más grave son las actualizaciones de batería. En este caso los fabricantes están constantemente hablando de mejoras en la autonomía y reducciones en los tiempos de carga, las dos claves principales que valoran los compradores de coches eléctricos.
Sólo tenemos que mirar al pasado cuando en 2020 Audi lanzaba su espectacular Audi e-tron, un SUV de lujo que costaba 85.000 euros y homologaba 437 kilómetros de autonomía. Hoy ese segmento se ha ido a los 600 kilómetros de autonomía y los tiempos de carga se han reducido a la mitad.
Cuatro años después
A día de hoy un Q6 e-tron, un modelo equivalente cuesta lo mismo pero supera ya los 600 kilómetros de autonomía, mientras que los fabricantes no paran de hablar de las baterías en estado sólido como la gran esperanza, con autonomías muy superiores y tiempos de recarga inferiores.
Así las cosas los compradores de coches eléctricos retrasan su decisión de compra creyendo que es inminente el lanzamiento de nuevos modelos más eficientes, algo contra lo que es difícil luchar.
Todo ello sin hablar del valor de reventa de unos coches que se desploma, conviene recordar que los primeros coches eléctricos tenían un autonomía en torno a los 200 km. Hoy en día ridícula.
Font, article de Iván Mingo per a "El Debate"
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