Son muchos los que todavía defienden la necesidad de desplegar nuevas instalaciones nucleares para la producción eléctrica. Algo que choca con los diferentes estudios, que muestran que es una opción con grandes costes tanto de construcción como operativos. Así lo pone sobre la mesa un estudio de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth, una agencia independiente del gobierno federal australiano, que ha estimado el coste de cada tecnología.
El informe ha llegado a la conclusión de que la electricidad generada por fuentes como la solar y eólica terrestre, son las más baratas de Australia, incluso después de tener en cuenta el importante gasto que supone su integración en la red eléctrica.
Las estimaciones de los costes para construir pequeños reactores nucleares modulares (SMR) una tecnología apoyada por el Gobierno australiano, pero que no se espera que esté disponible comercialmente hasta al menos 2030, han aumentado dramáticamente y proporcionarían la energía más cara, según el borrador del informe GenCost.
Las redes eléctricas de Australia fueron diseñadas para grandes centrales eléctricas alimentadas con carbón, pero estas antiguas plantas se están cerrando porque la energía renovable es mucho más barata y además no tiene el lastre de las emisiones de CO2.
Reemplazar el carbón con energías renovables hará que se distribuyan más fuentes de generación por todo el país, creando un sistema de energía distribuida, que requerirá grandes líneas de transmisión y otras tecnologías, incluido el almacenamiento, para mantener la red estable y al mismo tiempo mantener los costes bajos.
El último informe GenCost, muestra que en 2030 un pequeño reactor modular nuclear SMR, si logra desarrollarse tal como está previsto, tendría en el mejor de los casos el segundo nivel de costes más alto de todas las tecnologías disponibles, estando por detrás solamente una planta que funcione con hidrógeno.
No es solo una estimación del gobierno de Australia, y la desventaja económica de los reactores nucleares es ya visible, y como ejemplo el proyecto diseñado para levantar una instalación en Idaho, Estados Unidos, que esperaba estar en funcionamiento en 2029, ha tenido que ser cancelado ante la falta de compradores para su costosa electricidad.
Los expertos de la industria dicen que los SMR, que no están disponibles todavía comercialmente, será si llega a ponerse en marcha la electricidad más cara que las alternativas y, en el mejor de los casos, no podría desempeñar un papel en el mercado durante más de una década, y probablemente no antes de 2040.
El operador del mercado energético australiano estima que las energías renovables podrían estar suministrando el 96% de la electricidad del país en ese momento, y a precios mucho más competitivos que los actuales. Una competencia realmente compleja para la eterna promesa nuclear modular, que además tiene en las cada vez más abundantes baterías de respaldo otro rival a tener en cuenta para captar inversiones cada a ser el respaldo de las fluctuaciones en las renovables.
Font, article de Carlos Noya per a "Forococheseléctricos"
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