Estas señales de radio crean en solo milisegundos la misma energía que genera el Sol en un año y tienen unas características que no se habían observado hasta la fecha.
Un silbido cósmico único
Los investigadores han podido escuchar el silbido de las FRB convirtiendo los datos recibidos en sonidos gracias a un xilófono. Las notas agudas, dicen, están al principio del clip de audio, mientras que las graves están al final, como si alguien tocara un xilófono y golpeara repetidamente la nota más grave, aseguran.
Los investigadores del Instituto SETI —una organización científica sin ánimo de lucro creada en los años 80 que lleva décadas monitorizando el espacio en búsqueda de señales de radio procedentes de civilizaciones tecnológicamente avanzadas— aseguran que han detectado hasta 35 de esras FRBs en un periodo de dos meses.
También trataron de identificar algún tipo de patrón en los tiempos entre las explosiones, pero no encontraron ninguno. Esto aseguran es una muestra más de la naturaleza impredecible y desconcertante de estas asombrosas ondas de radio.
Los resultados de estas investigaciones están en un artículo aceptado para su publicación en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
El misterio de los FRB
Las FRB fueron descubiertas por primera vez en 2007 por el investigador Duncan Lorimer y su estudiante David Narkevic. Desde entonces, su origen y sus cambiantes características, fascinan y confunden a los astrónomos a partes iguales.
Los científicos no pueden explicarse cómo pueden generar esa enorme cantidad de energía en un periodo de tiempo tan corto. Algunos astrónomos creen que las FRB están causadas por un tipo de estrella de neutrones llamada magnetar, que tienen campos magnéticos muy fuertes. Otros sugieren que las FRB podrían producirse por la colisión de estrellas de neutrones o la fusión de enanas blancas.
"Este trabajo es apasionante porque confirma las propiedades conocidas de los FRB y descubre otras nuevas", comenta para el blog del Royal Astronomical Society, Sofia Sheikh, autora principal del estudio y miembro del Instituto SETI de California. "Estamos reduciendo el origen de las FRB, por ejemplo, a objetos extremos como los magnetares, pero ningún modelo existente puede explicar todas las propiedades que se han observado hasta ahora".
Font, article de Omar Kardoudi per a "El Confidencial"
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